Aún conmocionados, sin poder entender esta pérdida, familiares, amigos y compañeros de trabajo despidieron, en el municipio de Tenancingo, al oficial Guillermo Torres Mixteco, uno de los 13 policías asesinados tras ser emboscados el pasado jueves en la zona sur del Estado de México.
Luego de varias horas de espera, el viernes el cuerpo del agente fue entregado a sus seres queridos en la Coordinación de Servicios Periciales y en una carroza fúnebre fue llevado a su natal comunidad de Tenería.
El sábado fue velado en su casa, y esta mañana se celebró una misa de cuerpo presente en la Iglesia de la Trinidad, en donde su esposa e hijos no pudieron contener el llanto.
Después de la misa, el féretro fue trasladado al panteón de esta comunidad y lo acompañaron sus compañeros de la Secretaría de Seguridad del Estado de México.
Coronas de flores adornaron su tumba, algunos de sus familiares no resistieron la despedida e incluso se desmayaron en el cementerio.
Mañana se espera que las autoridades realicen una ceremonia en honor a los ocho policías estatales y los cinco ministeriales que murieron en cumplimiento de su deber en el municipio de Coatepec Harinas, donde fueron emboscados por sujetos armados.
MMCF