De acuerdo con un diagnóstico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), de las 250 plantas tratadoras al menos 100 están sin operar; es decir, 40 por ciento no aportan nada a las cuencas del Estado de México, siendo un desperdicio en inversiones, por lo que este año la comisión no invertirá en pantas de este tipo, señaló Moisés Gerardo Hernández Cruz, director de Conagua en el Estado de México.
Indicó que actualmente se realiza un diagnóstico de las 250 plantas de tratamiento y potabilizadoras en la entidad, justo en las Cuencas de Balsas, del Valle de México y Lerma – Santiago Tianguistenco, en el cual han detectado que al menos 100 no están funcionando. “Es un proceso que se está haciendo en coordinación con Agua del Estado de México porque en muchos años han construido plantas que al día de hoy están sin operar, es algo que no podemos tapar ni ocultar y que tenemos que trabajar porque es rendición de cuentas y no seguir invirtiendo en cosas que no son redituables”.
Por ello, dijo, que para este año en el programa PROAGUA no se contempla invertir en plantas, ya que no hay un proyecto firme y sostenible y de ahí el resultado que haya 40 por ciento de ellas inoperables. “No hay inversión por el mismo problema, porque no son bien proyectadas, no son de tecnología que haga una reducción en su operación y mantenimiento en costos y a veces no son necesidades para los municipios”.
Antes de invertir, dijo, se espera un programa o proyecto bien estructurado que cumpla con su función, debido a que si hay una demanda de su servicio para sanear; sin embargo, hasta que haya proyectos adecuados, se destinará inversión.
Finalmente habló sobre la actualidad de mantos acuíferos del Valle de Toluca; en ese sentido, afirmó que la mayoría están sobreexplotados, excepto el de Ixtlahuaca y Atlacomulco; sin embargo, en el Valle de México, la situación es más preocupante.
“Nuestros acuíferos están sobreexplotados. Tenemos otro acuífero Ixtlahuaca Atlacomulco que aún tiene disponibilidad, pero el Valle de Toluca están sobreexplotados y del Valle de México no hablemos, allá está muy sobreexplotado el estrés hídrico muy severo”.
MMCF