Edomex, líder en producción de árboles de navidad

Se cultivan más de 12 millones de ejemplares y en algunas plantaciones realizan actividades ecoturísticas, lo que además genera una derrama económica en las regiones forestales.

Don Lalo es muestra el resultado del esfuerzo familiar. (Claudia Aguilar)
Tenango Del Valle /

El Estado de México es el primer lugar a nivel nacional en la producción de árboles de navidad, con poco más de 12 millones de ejemplares; tan solo para esta temporada productores forestales tienen prevista la venta de 400 mil.

Con aproximadamente 600 plantaciones de este tipo, de las cuales 185 están en etapa de comercialización, municipios mexiquenses sobresalen en la producción, lo que además de generar beneficios al medio ambiente, también brinda oportunidades para hacerse de algún recurso adicional a familias que viven de lo que produce el bosque.

Uno de estos casos es el de Eduardo Vázquez Garduño, Don Lalo, que junto con su esposa Doña Flor iniciaron hace 20 años con los trabajos para conformar esta plantación, que con el paso de los años dejó de ser un capricho y se ha convertido en un ejemplo de trabajo honesto, dedicación y paciencia.

Fue en 1999, cuando Don Lalo comenzó a trabajar en este proyecto, como todos los comienzos los pasos no fueron fáciles, hubo momentos de miedo, de incertidumbre y también quien le apoyara, en primer lugar, su esposa Doña Flor, por lo que decidió que este rancho llevara su nombre.

“Nosotros no teníamos ni idea de lo que estábamos haciendo aquí, en este lugar, cuando nos dijeron de árboles de navidad nos costó mucho trabajo convencernos, porque yo nunca había visto un árbol de navidad, me dijeron de los programas, vinieron los ingenieros. Esto fue un capricho ya después, se me volvió un capricho”. 

En el Rancho “Doña Flor”, ubicado en el ejido de San Pedro Zictepec, municipio de Tenango Del Valle, rodeado de un pedacito de bosque, Don Lalo camina entre sus pinos, sus distintos tonos de verde son uno de los espectáculos naturales más sorprendentes, pues su contraste con el cielo y los montes a lo lejos, le dan una vista singular.

Pero este espectáculo natural, no sólo necesita de condiciones específicas del clima, humedad y lluvia, también requiere de manos trabajadoras, que remuevan la tierra, que los poden, que los vigilen de plagas, trabajo que dura entre cinco y 13 años.

“Esto lleva un proceso, hay que tenerle paciencia y principalmente dedicación porque es lo que necesita una plantación comercial: dedicación y aprendizaje de del árbol. Uno nunca ter mina de aprender, todo el tiempo hay que saber qué es lo que tiene, qué le pasa, de estar todo el tiempo en el trabajo”.

De sus 74 años de vida, al menos 20 se los ha dedicado a los árboles, de los que diario aprende algo nuevo, pues con el cambio en las temperaturas y la condiciones ambientales, cada vez el trabajo se vuelve más complicado, pues por un lado, se retrasan las lluvias y por otro, éstos van mejorando poco a poco las condiciones del suelo.

La decisión de enfocar su tiempo y su trabajo a la producción de este tipo de árboles se dio luego de conocer una plantación comercial, pues a pesar de las invitaciones de distintas dependencias estatales, Don Lalo seguía ese viejo consejo: hasta no ver no creer.

“Todavía yo en ese tiempo podía salir y ganarme la vida en otras cosas, hacer otras actividades para comer, pero ya a estas alturas digo ‘qué bueno’, le agradezco la paciencia que tuvieron para convencerme de plantar árboles de navidad en esta zona”.

En su plantación de aproximadamente cuatro hectáreas, Don Lalo también plática de las dificultades que ha atravesado en estas dos últimas décadas, sin embargo asegura, cada vez hay una mayor conciencia ecológica, que permite un crecimiento en la actividad.

“Si usted le corta un árbol a una plantación comercial evita usted la tala clandestina, que esa sí destroza los bosques, un bosque que van y le quitan la punta a los árboles son árboles que ya los deformaron y le va a costar mucho trabajar volver a enderezarse y pierde su valor”.

En esta temporada, añadió, el llamado es para que se acerquen a las plantaciones forestales autorizadas, ya que no sólo se evitan los cortes clandestinos e ilegales, también se aprovechan en las próximas temporadas para hacer composta, lo que fortalece el cuidado ambiental.

“Que la gente se convenza de que ayuda al campesino porque nosotros necesitamos de todos los demás, cuando vendemos nuestro maíz, nuestro frijol, que sepan valorar cuánto trabajo cuesta andar en un surco y cuando uno lo va a vender nos dicen ‘yo se lo pago a tanto, nada más’ y uno pues a veces uno no sabe ni para dónde”.

A esta pequeña propiedad han llegado compradores de Guadalajara, Querétaro, así como de otros municipios de la entidad, lo que se ha convertido para muchos en una tradición.

“No estamos vendiendo el árbol, nosotros vendemos el trabajo que tenemos que hacerle, a mi no se me hace caro un árbol si saben apreciar el trabajo de una persona, que nos lleva años de elaborarlo”.

MMCF

  • Monserrat Mata
  • monserrat.mata@milenio.com
  • Reportera en MILENIO Estado de México desde 2016, egresada de la Facultad de Humanidades de la UAEMex. Escribo sobre Salud, Desarrollo Agropecuario y Medio Ambiente.

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