El ámbito periodístico es tan bondadoso que incluso permite que miembros de este gremio tengan profesiones paralelas -y otras no tanto-. “Fuego” y “Dragón de Fuego” son dos personajes particulares en la lucha libre del Estado de México que no solo tienen trayectoria en los cuadriláteros mexiquenses, sino que también son fotógrafos profesionales en diversos medios de comunicación.
Estos luchadores de la imagen tienen la particularidad de poner su esfuerzo y conocimiento en cada llave y acrobacia, pero también lo han hecho en las coberturas del ejercicio periodístico.
En ambos casos se ve que la lucha y la fotografía llegaron desde la familia e incluso fueron heredados a sus hijos, lo que supone un común denominador.
De la construcción a la lucha
Delfino Hernández es un hombre originario de Almoloya de Juárez, pero avecindado en Toluca prácticamente de toda la vida. Desde joven comenzó a trabajar en el ámbito de la construcción, pero poco a poco fue conociendo gente que le permitió tener su primer acercamiento con este deporte de contacto.
“Como yo era un niño muy cohibido, falto de confianza, siempre busqué una forma de sobresalir y buscar algo que me hiciera sentir mejor, dentro del trabajo dure´17 años de constructor y encuentro a un amigo y me dice que está entrenando lucha libre. Entonces le digo, no seas malo y llévame, porque quiero entrenar lucha libre”.
El destino fue afortunado y permitió que en abril de 1972 conociera a Arturo Contreras Jiménez, “El Suavecito”, y esto lo puso más cerca de la práctica como potencial luchador, ya que anteriormente lo había tenido como fotorreportero en diarios deportivos.
A lo largo de los años encarnó a varios personajes, entre los que destacó El Agente Diabólico, La Momia del Calvario, Piscis, Hombre Lobo, El Marciano, El Jorobado y La Cebra de Toluca. “Es difícil el personaje porque debe de llegar con la joroba y debe de hacer todo el personaje como jorobado -explica- y en 1974 un promotor me orilla a que compre mi equipo y se me hace llamar “La Cebra de Toluca”. En los años siguientes dio vida a Fino Hernández, El León Rojo, pero no fue hasta 1980 que “Tláloc” estaba por ver la luz, pero de la lluvia se pasó al Sol. “El promotor que en ese tiempo vio la foto que trabajaba con Julio Aguirre, el fuego, me dijo “Fuego”... cuando él me puso “Fuego” a lo mejor no fue de inmediato, pero al mes ya andaba luchando como Fuego, con máscara”.
Su gusto fue tal que él mismo hizo sus trajes. Son piezas únicas y a la medida, por lo que cualquier otra persona que los intentara utilizar no podría dar vida al peleador.
Con el personaje de “Fuego” tuvo la oportunidad de pelear en compañía de íconos de la lucha libre mexicana. “Haber luchado con el Santo y con el Hijo del Santo, porque a fin de cuentas son leyendas que todavía siguen; el papá ya falleció, pero el hijo sigue dando de qué hablar.
Yo digo que “El Solitario” tuvo un gusto de luchar con personajes de esa altura, también era como pensar que uno ya tenía un escalón”.
La competición lo llevó a perder su máscara, pero siguió subiéndose al ring, gusto que fue heredado por su familia. “En las luchas consecutivas luchaba como “Fuego” sin máscara y en 1987comenzó a luchar también parte de mi familia, mis hijos, esta es una dinastía familiar, aquí tengo a dos de mis hijos y a dos de mis sobrinos”.
Su última etapa, “El Desfogue”, lo hizo entre el 96 y 98 como “El Camaleón”, pero el favorito es el que evoca a la flama, la cual fue dada a su legítimo sucesor. “Fuego es buen personaje que hasta la fecha no se ha perdido. “Fuego Junior” que es el que anda luchando, le da su imagen, cambió aspectos de la máscara y la heredé, le dije “De aquí en adelante eres Fuego Junior y tú sabrás que haces con el nombre”.
Esfuerzo, sudor y dedicación
El paso por el periodismo de Delfino permitió que trabajara en diversos medios de comunicación, comenzando por los talleres de revelado de las redacciones. Llegó a ser jefe de fotógrafos de un partido político y ahora es pensionado.
De día se iba a tomar fotos, pero después del trabajo entrenaba. “Sabían que yo podía salir los domingos a luchar, pero yo dejaba el material listo y preparado y todo a quien tenía que dejarle el material se los pegaba en la puerta, llegaba, revelaba y vámonos a luchar; regresaba para terminar el trabajo de sociales. Regresaba golpeado, cojo, abierto, yo regresaba a trabajar porque tenía que cumplir con eso”.
Su visión le permitió tener coberturas y buenas historias, sin embargo, advierte que hay que mantener viva la fotografía. “Habría que buscar una manera para que no se pierda la profesión. He comentado con algunos compañeros que las nuevas generaciones ya traen el chip de las redes y que tienen que seguir buscando la forma para seguir proyectando lo que es la fotografía, o se va a perder, pero no será la misma forma”.
Descubrió su dragón interior
Paco “N” -para no revelar su identidad- mejor conocido como “Dragón de Fuego” es un luchador de trayectoria. El fotógrafo que lo encarna cuenta con 19 años de ejercicio profesional con licencia y además es presidente de la “Liga de Luchadores Profesionales de Toluca”, sin embargo, su acercamiento con la lucha libre fue totalmente obra del destino.
Relató que desde muy chico su papá lo llevaba a él y a su familia a la Arena Toluca a funciones de box y lucha, sin saber que él mismo estuvo alguna vez en los cuadriláteros. “Estaba yo jugando con mi hermano, estábamos jugando en la cama y en una de esas nos aventamos almohadazos y adentro de una de esas almohadas estaba la máscara de mi papá y nos quedamos así de ‘¿qué es esto?’, empezamos a quitar las cosas y sacamos todo el equipo de mi papá, le preguntamos y nos dijo que no se tiene que decir lo que fuiste ni lo que eres”.
El hallazgo cimbró su ser y despertó la curiosidad. A partir de ese momento comenzó a investigar y aunque tenía la negativa de su padre por entrenar, lo hizo hasta convertirse en “Dragón de Fuego”.
“Es un animal mitológico, es un animal místico y es el más poderoso en varias culturas occidentales, lo idolatran, es un ser poderoso y también aquí en la cultura mexica tenemos a Quetzalcóatl, la serpiente emplumada y me lo imagino como un dragón y el fuego porque es muy difícil de controlar el fuego, puede estar tranquilo, pero en una de esas llega un airecito o se llega alimentar con madera o papel, te arrasa y lo hace al doble”.
Al igual que el grueso de competidores, él mismo generó la conexión con su personaje. “Siempre lo he dicho, el luchador nace, no se hace, casi siempre son de generación... En la parte de arriba no tiene una aleta, cuernos y de ahí voy mejorando; tengo una máscara abierta, una máscara cerrada, quiero un diseño diferente Conforme vaya saliendo la imagen en mi memoria o mi cabeza es como le voy metiendo al mascarero y le voy diciendo cómo quiero la ‘tapa”.
Cubrir a un presidente
“Dragón de Fuego” no solo pasa gran parte de la semana entre las cuerdas, sino que también se ha desarrollado en el ámbito fotográfico, al grado de pertenecer al equipo de prensa del ex presidente Enrique Peña Nieto.
Recuerda que su padre le dijo “Te voy a dar una cámara, ésta puede ser tu vida... me dio una cámara, me dijo como tomara las fotos y ahí empecé con mi vida dentro del periodismo y la fotografía”.
De ahí fue avanzando en el ámbito profesional en diversos medios como son el Diario de Toluca, Periódico El Valle, El Heraldo de Toluca, Diario Amanecer, Notimex y posteriormente comenzó a hacer campañas hasta que fue llamado a formar parte del equipo de Presidencia.
La experiencia le ha dado la oportunidad de juntar sus dos grandes pasiones, sin embargo, tuvo su grado de complejidad. “Tratas de compaginarlo porque muchas veces tenemos que entrar lunes miércoles y viernes, por el trabajo no podemos, pero me quedo a hacer bicicleta, hay veces que los sábados entrenamos, tratamos de compaginar el deporte con el trabajo, muchas veces no podemos”.
Las largas jornadas son el común denominador de las actividades, sin embargo, el compañerismo es algo que resalta. “Muy pocos saben que soy yo y cuando me ven dicen “échale ganas”, pero cuando me ven luchar dicen ‘volaste, te azotaron bien gacho’, es compaginar también con los amigos”.
Actualmente, la crisis sanitaria del covid-19 lo ha orillado a que la organización que preside detenga sus actividades y que los 35 luchadores de Valle de Toluca que entrena analicen cómo es que se amoldarán a la nueva normalidad apenas las autoridades encargadas lo permitan.
“Nos enfrentamos a un cambio con esta pandemia, un cambio muy fuerte, varias funciones se tuvieron que dejar el año pasado ya ahora estamos retomando la lucha libre. Siento que la lucha libre está en un paso muy difícil porque hay personas que solo se divierten con luchar y no entrenan. La pandemia dejó estancada esta disciplina en Toluca”.
MMCF