El gran reto en el tema de salud, aseguró Alma Rosa Marroquín Escamilla, secretaria de Salud en Nuevo León, es dar el valor que requiere la salud mental y ponerla al centro de las políticas públicas.
Las cuales, agregó, Olga Susana Méndez Arellano, presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Nuevo León (CEDHNL), deben tomar en cuenta las desigualdades que viven las personas adultas mayores (PAM).
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Esto, en el marco del Día de la Toma de Conciencia sobre el Abuso y el Maltrato a la Vejez, que en la entidad se vivió, entre otras actividades, con el conversatorio: “La atención de la salud mental como estrategia de prevención a la violencia en las personas adultas mayores”.
El cual fue organizado por el Instituto Estatal de las Personas Adultas Mayores (IEPAM) y en el que participaron Alma Rosa Marroquín Escamilla, Olga Susana Méndez Arellano, y Leticia Palomino, procuradora de la Defensa del Adulto Mayor del Sistema DIF NL.
En materia de salud mental, dijo Marroquín Escamilla, en todos los grupos de edad se tienen grandes retos, por lo que han trabajado en realizar diagnósticos y poner en marcha una diversidad de acciones.
Alma Rosa Marroquín, secretaria de Salud
“Definitivamente que el grupo de personas que ahorita están en el grupo de adultos mayores tienen una historia de su vida, educación y convivencia muy diferente a la de las nuevas generaciones.En las que no se acostumbraba expresar sentimientos, en la que las indicaciones se tenían que cumplir sí o sí, en las que existían grandes tabús en muchos temas, y muchos adultos mayores no tenían esta expectativa de llegar a esta edad”.
Tras ello, expresó, con la llegada de la pandemia provocada por la covid-19 y el confinamiento, se fue a la alza la depresión y la ansiedad, con mayor magnitud en las personas adultas mayores.
“Todos se fueron a la casa y todos estuvieron encerrados, y esto generó una gran cantidad de personas que presentaron crisis o problemas ya más graves de salud mental, desde la ansiedad y la depresión, hasta la aparición de trastornos. El gran reto en materia de salud, en principio es, poner la salud mental al centro de la toma de decisiones”.
Por su parte, Olga Susana Méndez Arellano, presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHNL), destacó que las políticas públicas deben diseñarse e implementarse tomando en cuenta las desigualdades de las personas mayores.
Las cuales, agregó, ya sea por sus condiciones físicas o sociales, o ambas, las sitúan en un mayor riesgo de verse imposibilitadas al acceso del disfrute de sus derechos y, por ende, en una mayor vulnerabilidad.
Olga Méndez Arellano, titular de CEDHNL
“Partiendo en que, no hay salud sin salud mental, es imperante que la promoción y la protección del acceso al derecho a la salud mental de las personas mayores sea desde un perspectiva diferencial y especializada. Con una visión holística que tome en cuenta las características particulares como el género, alguna condición de discapacidad, sus expectativas, creencias y/o costumbres que permitan llevar a cabo (por la autoridad) los ajustes razonables para hacer efectiva la garantía del disfrute de este derecho”.
Mientras que Palomino invitó a la población a acudir con ellos en caso de algún tipo de maltrato.
Y, dijo, la negligencia es el maltrato más común en casa, mientras que, agregó, un común es que ya los cuidadores están cansados de ser los únicos que se ocupan de su familiar adulto mayor.
“Desde la Procuraduría de la Defensa del Adulto Mayor trabajamos en dos ejes muy importantes, uno es la cuestión del maltrato y la otra es la prevención.Uno de los maltratos con mayor porcentaje es la negligencia, a qué nos referimos con la negligencia, a que no se le da el valor al adulto mayor que tenemos en nuestra casa”.
Señales de advertencia de trastornos mentales en adultos mayores
- Cambio en sus hábitos alimenticios o de sueño
- Aislarse de las personas y actividades que disfruta
- Sentirse inusualmente confundido, olvidadizo, enojado, molesto, preocupado o asustado
- Sentirse sin interés o como si nada importara
- Tener dolores y molestias inexplicables
- Sentir tristeza o desesperanza
- Fumar, beber o usar drogas más de lo habitual
- Ira, irritabilidad o agresividad
- Tener pensamientos y recuerdos que no puede sacar de su cabeza
- Escuchar voces o creer cosas que no son ciertas
- Pensar en lastimarse a sí mismo o a otros