“El niño Cieguito me ha dado la salud y la segunda oportunidad de vivir y ver la vida, además me quitó toda pesadumbre por lo que me ha llenado de mucha fe y estando de la mano de Dios podemos salir adelante”, expresó Enrique Vázquez, quien acudió este martes a agradecer la salud con la que cuenta.
En entrevista con MILENIO Puebla, narró que tiene una manda con el Niño Cieguito por los milagros que le ha concedido en el tema de salud, ya que hace 10 años se accidentó y resultó con afectaciones graves en la vista.
“Me accidenté y me quemé la vista trabajando en la construcción, por lo que los doctores me diagnosticaron la pérdida total de la vista y ya no me daban esperanzas de volver a ver, porque quedó muy afectada la pupila y si me realizaban una cirugía se iban a caer los párpados; por ello acudí a este templo y le pedí con mucha fe al Niño Cieguito en el nombre de Dios para que me devolviera mi vista y en 15 días cuando regrese con el médico se sorprendió que ya estaba bien”, enfatizó el entrevistado.
Explicó que este accidente no solo le provocó la pérdida de la vista por unos días, pues también tuvo quemaduras en el rostro y tenía que someterse a un proceso de reconstrucción facial; sin embargo, oró a esta imagen religiosa con mucha fe y todo regresó a su normalidad, por lo que llegó “un milagro de vida”.
Ante esto, destacó que cada año acude a pagar la manda con la que se comprometió, es decir, visitarlo cada año y dejarle un adorno de flores:
“Estamos aquí cada año y siento una emoción muy grande, pues le doy las gracias porque recuperé la vista; ahora estoy perfecto, ya que cada vez que me pasa algo en el tema de salud acudo a él para que me llene de fe y se retiren mis males y así ha sido, porque también tuve otro accidente donde se fracturó mi pie de gravedad”, señaló.
Asimismo, recordó que en el 2020 registró un cuadro grave de depresión, por la contingencia sanitaria y problemas familiares, sin embargo, le pidió al Niño Cieguito que lo sanara y lo superara.
Enrique Vázquez, de 59 años, añadió que sus hermanos enfermaron de covid-19 y tras encomendarse a la imagen, ganaron la batalla contra el virus. Dijo que cada vez que acude a este templo ubicado en la calle 16 de Septiembre, entre la 9 Oriente, siente paz y se llena de fe, al igual que sus cuatro hijos y esposa. Agregó que esta imagen sana la salud y es muy milagrosa en “todos los males que tiene el ser humano”, ya sean temas económicos o de trabajo.
Cabe mencionar que este 2021, las monjas capuchinas adaptaron un altar la imagen original en su monasterio para que los fieles pudieran ingresar con todas las medidas sanitarias y con un aforo del 30 por ciento.
AFM