En el Estado de México de 2015 a 2020 se registraron casi 61 mil casos anuales de mujeres menores embarazadas que oscilan entre 10 a 19 años.
De ellas 8 de cada 10 habitan en situación de pobreza y no cuentan con escolaridad. Además, ponen en riesgo la salud mental y física al desarrollar enfermedades como hipertensión, desnutrición, preeclampsia, problemas de habilidades para la crianza, pierden la niñez y la adolescencia, así como también cambian sus roles sociales.
Ante dicha problemática, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMex inició un proyecto que pretende capacitara los municipios, sobre como actualizar cifras de casos de embarazo prematuros y, con ello, desarrollar estrategias de prevención eficaces.
En entrevista con Luis Alfonso Guadarrama, investigador y académico en la Facultad de Ciencias Política y Sociales de la UAEMéx, y quien es gestor del proyecto, determinó que la estrategia nacional que se puso en marcha desde 2015 con el objetivo de prevenir el embarazo adolescente, no ha logrado reducir la tasa de natalidad en grupos de 15 a 25 años, por lo cual urge la aplicación de políticas públicas que permitan que zonas con escaso acceso a la educación e información, conozcan las medidas de prevención y los derechos con los que cuentan.
Ante ello, a través de la UAEMéx y del cuerpo académico de investigadores, especialistas en temas de salud sexual reproductiva, han puesto en marcha el seminario de actualización profesional sobre atención a la natalidad adolescente y prevención del embarazo a temprana edad, dirigido a municipios que cuentan con problemas de embarazos adolescentes, como lo es el caso de Temoaya, San Mateo Atenco y Zinacantepec.
Abren seminario de análisis
El seminario está compuesto por sesiones de dos horas en modalidad presencial y se relaciona con el trabajo de campo, a través del cual es posible recabar información que permita la actualización constante de datos, que auspicie a identificar las variables que potencian las probabilidades de embarazos en edad adolescente e infantil y, con ello, implementar trabajo activo con la comunidad que les brinde herramientas sobre cómo enfrentar un caso de este tipo y capacitar a la población desde temprana edad.
"No hay un grupo técnico académico científico que brinde ese acompañamiento en el ámbito municipal y todo ha quedado en una serie de acciones generales que poca efectividad han arrojado. Los indicadores no se trabajan territorialmente y no se cuenta con datos actualizados, ni siquiera los municipios tienen conocimiento de las tasas de natalidad en menores para que puedan incentivar la prevención”, dijo.
De los objetivos que proyecta el seminario -mencionó- se pretende hacer una fase piloto para que autoridades estatales, la Cámara de Diputados, la Secretaría de las Mujeres, el SIPINNA y otras dependencias, sepan de qué manera minimizar las graves acciones que son, en la mayoría de ocasiones, el origen de un embarazo a temprana edad como: violaciones, abuso sexual y un imponente sistema patriarcal que provoca que las menores sean víctimas.
Con base en información obtenida a través de Inegi y trabajo de campo realizado por Guadarrama, el cuerpo de investigación académico al que pertenece, así como personal del DIF, en promedio el masculino que embaraza a la madre adolescente le lleva entre 5 o más años de edad; las edades de hombres que participan para el embarazo de una menor oscilan entre los 20 a los 70 años, y 37 por ciento de los masculinos que contribuyeron al embarazo de menores no fueron identificados, por lo cual se estima que puede tratarse de casos de incesto o violación.
- Te recomendamos ¿Quieres ser papá? Consejos para planear financieramente tu paternidad Finanzas Personales
Destacó, según Inegi en 2020, que aunque el Estado de México se ubica en el lugar número 32 a nivel nacional por la tasa de natalidad de madres niñas entre 10 a 14 años y en el sitio 29 respecto a la tasa de mujeres de 15 a 19 años, se tiene el registro de 62 embarazos por cada mil mujeres en dicho rango de edad, lo cual es una cifra alarmante para la entidad más poblada del país.
Yarelli, ejemplo de ello
Yarelli, de 17 años es un ejemplo de ello, habita en la comunidad de Zaragoza en el municipio de Calimaya, sus padres por problemas económicos decidieron dejarla al cuidado de su abuela paterna desde los 8 años de edad, por lo que sus objetivos y sueños han debido cambiar, pues ahora está embarazada con seis meses de gestación.
“Me enamoré de un chico de 23 años, pensé que todo podía ser más sencillo, pero no lo es, no tengo el apoyo de nadie, solamente de mi abuela, pero tampoco tenemos mucho dinero, yo empecé a trabajar desde los 15 años en una tienda que vende cosméticos en Toluca y todavía sigo ahí, pero cuando tenga a mi bebé, será difícil. La verdad es que sí pensé en no tenerlo”, compartió.
Sin embargo, argumenta que la interrupción del embarazo es imposible, ya que su economía no se lo permitiría y, además, se siente atemorizada de posibles consecuencias.
“Prefiero quedarme con él, sé que no tendrá la mejor vida, pero lo voy a querer mucho y aunque su papá no esté con nosotros porque se fue a Estados Unidos, puedo darle al menos cariño y alimentación mientras siga trabajando”, señaló.
En cuanto a la educación, Yarelli concluyó la secundaría, no obstante, sabe que continuar con sus estudios podría darle una serie de oportunidades laborales que mejoren su situación económica.
Por lo mismo, esperará a que su hijo nazca para contemplar también los gastos y retos de la maternidad a los que se tendrá que enfrentar.
Con base en información de Guadarrama, 3 de cada 10 mujeres madres mexiquenses de entre 15 a 19 años solo tienen preparatoria, cuestión que reduce las posibilidades de alcanzar una calidad de vida considerable.
De tal manera, precisó que es urgente trabajar desde la escuela como de parte del núcleo familiar e instituciones públicas, para eliminar conductas patriarcales y machistas y buscar alternativas auténticas de prevención.
BAFG