En Tlaxcalantongo, perteneciente al municipio de Xicotepec, donde fue asesinado el 21 de mayo de 1920 el presidente Venustiano Carranza Garza, será sede de la inauguración del Museo Comunitario dedicado al “Varón de Cuatro Ciénegas”, además de la reapertura de la Casa Museo en este mes .
Dicha obra estaba prevista inaugurarse en el marco de la conmemoración del centenario luctuoso del caudillo revolucionario, es decir, el 21 de mayo, sin embargo, la pandemia por covid-19 lo impidió.
En dicho sitio se montó la reproducción exacta de la choza donde hace 100 años fue asesinado Venustiano Carranza, misma que se encuentra a un costado del nuevo museo y destaca porque su piso es de tierra, como la original, y a la cual se le realizaron los orificios por donde ingresaron los disparos que dieron muerte al promulgador de la Constitución de 1917.
La instalación estuvo a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y alberga la recreación del crimen con objetos y maniquíes, además de elementos multimedia.
MILENIO Puebla recorrió el sitio, así como del conjunto monumental —busto, estatua y mural— dedicado al primer Jefe del Ejército Constitucionalista, a los que se les realizaron en este mismo año trabajos de conservación y restauración, lo mismo que a la plaza cívica donde se localiza el nuevo museo.
La alcaldesa de Xicotepec de Juárez, Laura Vargas, explicó que en este espacio:
“La gente podrá observar un nuevo museo, que tiene una parte de historia plasmada en fotografías, parte del acervo histórico nacional y una réplica de la choza donde fue asesinado Venustiano Carranza con las últimas líneas de investigación de los diferentes investigadores que se han dedicado para ver cuáles fueron las posibles causas y quiénes fueron los posibles actores del acontecimiento”.
Añadió que la museografía del recinto sigue las huellas de relatos, croquis y mapas de lo que ocurrió previo a que pernoctara en Tlaxcalantongo y lo que ahí, mientras dormía, pasó en el interior del jacal, donde fue asesinado por las tropas del general Rodolfo Herrero, la madrugada del 21 de mayo de 1920.
Teoría del suicidio
Javier Garcíadiego Dantán, presidente de la Academia Mexicana de la Historia, indicó que aunque Carranza fue asesinado, existe la polémica de que el presidente de México pudo suicidarse.
“Carranza pernocta en Tlaxcalantongo. Los demás miembros de la comitiva dormirían (...) Rodolfo Herrero los lleva”, detalla el historiador.
Herrero los instala y sugiere a Carranza la mejor choza y lo deja. El presidente duerme con cinco de sus colaboradores, el secretario de gobernación, Manuel Aguirre Berlanga; Mario Méndez, el jefe de Comunicaciones; y tres asistentes, Pedro Gil Farías; Ignacio Juárez y Octavio Amador, quien era miembro de su Estado Mayor.
Carranza le pide a Herrero que disponga de los cuerpos de guardias, de los centinelas alrededor del campamento. Luego Herrero se presenta ante Carranza y le dice que tiene que retirarse argumentando un problema familiar y le asegura que por la mañana del 21 de mayo estaría de regreso para conducirlos al siguiente punto.
“A las cuatro de la mañana del 21 de mayo de 1920, regresó Herrero con sus fuerzas organizadas en tres unidades para asaltar las chozas, una de las unidades se dirigió a la choza en la que dormía el presidente. Se hicieron descargas desde el exterior de la choza. En eso coinciden todas las crónicas”, agrega Garcíadiego Dantán.
Los acompañantes de Carranza aseguran que a las 4:20 horas sonaron los balazos y los gritos en medio de una lluvia intensa y una noche oscura.
“Octavio Amador que fue designado como ayudante de Carranza, dice que buscó salir de la choza y que escuchó dos disparos desde el interior. Estamos hablando del ayudante personal de Carranza (...) Primero, un ayudante no lo deja en agonía y si escucha dos disparos, se regresa. Los acompañantes fueron aprehendidos por el Jefe de la unidad de las fuerzas de Rodolfo Herrero, Facundo Garrido, y por Ernesto Herrero, hermano de Rodolfo. (Él) se había quedado a una distancia prudente, él no participa, pero hace toda la estrategia del ataque”, apunta el presidente del Colegio de México.
Tras el asesinato, son detenidos los acompañantes de Carranza, la mayoría de quienes estaban en las otras chozas, buscaron huir y se abalanzaron sobre una barranca que está en Tlaxcalantongo.
“Tenemos la versión de quienes estaban cerca de Carranza y escucharon: me rompieron la pierna y veo verde. Se me hace difícil que el presidente se haya suicidado. Los dos balazos en el tórax están lejanos en el corazón. Además, de que no hubo una autopsia, una investigación forense. Carranza traía una pistola, pero no sabemos si las balas correspondían a la de su pistola. La pistola se la llevaron las fuerzas de Herrero. No hubo una investigación pericial sobre la choza”.
La hipótesis del suicidio tuvo éxito porque beneficiaba a todos, a Rodolfo Herrero que no podía ser acusado de la muerte, a los acompañantes de Carranza que fueron acusados de fallar al honor militar de no proteger debidamente al presidente; y a Álvaro Obregón y a Plutarco Elías Calles, porque no podían ser acusados de ser los autores intelectuales del asesinato.
Investigación del INAH
Ante este hecho, el personal que atenderá el nuevo recinto explicó que especialistas del INAH hicieron un estudio de la camisola que llevaba puesta el militar.
“Por la premura para su atención médica se guardó sin ningún tipo de cuidado por lo que se plegó. La sangre hizo pliegues y parte de la investigación que rescataron para hacer el aterrizaje en la choza, en la recreación, fue lograr hacer extender de nuevo la camisa para contabilizar los disparos que había recibido Venustiano Carranza. La teoría a partir de la investigación es que la camisa, precisamente, marcaba demasiados impactos de bala como para haberse tratado de un suicidio. Esta investigación viene a revelar que la teoría del suicidio no podía ser cierta, tenía que ser un ataque directo y lo más probable es que se haya perpetrado como históricamente está pensado, que fue desde el exterior. Esa investigación la hizo el equipo del INAH encabezada por el director de Casa Carranza, Víctor Hugo Jaso”.
Vargas destacó que el museo reúne una bien lograda selección fotográfica de la Fototeca Nacional y una reproducción exacta de la escena en que Carranza cayó abatido.
De igual forma, también se le incorporó equipo multimedia lo que permite conocer a través de videos el recorrido del caudillo a partir de que deja el tren presidencial en Aljibes, su travesía por la Sierra Norte del estado y la noche cuando Carranza fue sorprendido por los disparos, junto a los hombres que lo acompañaban.
En tanto, personal del Taller de Restauración de la Dirección de Patrimonio Cultural y del Museo “Erasto Cortés” del gobierno del estado dieron mantenimiento a la escultura de casi cinco metros de altura y al busto superior a los dos metros en material bronce, autoría del artista Víctor Gutiérrez.
También atendieron a El Cactus, un tallado en piedra volcánica del pintor y escritor mexicano Gerardo Murillo Cornado, mejor conocido como el Doctor Atl, que evoca el lugar semidesértico en el que nació Carranza, Cuatro Ciénegas, Coahuila.
“En la parte posterior, El Cactus muestra el glifo que se le dedicó a Venustiano Carranza, el cual representa su furia y coraje”, detalló el edil auxiliar de Tlaxcalantongo, Teodoro Lechuga García.
A un costado del conjunto monumental hay un monolito, el cual marca el sitio exacto donde estaba el jacal original. Lamentó que los datos de los propietarios y cómo se decidió que ahí pernoctara el caudillo se perdieran con el paso del tiempo:
“No sabemos su nombre. Huyeron. La prestaron cuando llegó Carranza a Tlaxcalantongo. De hecho, nadie apareció después de escuchar los disparos”.
mpl