El sacerdote Pedro Varillas fue removido de la parroquia de Jicolapa, comunidad ubicada en el municipio de Zacatlán, en la Sierra Norte de Puebla, luego de que emitió diferentes expresiones contra la homosexualidad.
La arquidiócesis de Puebla que encabeza el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, dio a conocer que tras 11 años de estar al frente de la comunidad de Jicolapa,
el sacerdote tendrá una nueva encomienda que será definida en próximos días.“Se informa que, después de 11 años al frente de la comunidad de Jicolapa, el Padre Pedro tendrá una nueva encomienda donde y cuando el señor Arzobispo lo determine en próximos días”, destaca el posicionamiento de la diócesis.
Después de que, en una misa de finales del mes de julio, el sacerdote aseguró que la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT) están “copiando a Sodoma”, que hacen “cosas del demonio” y que están promoviendo acciones contra la vida, contra la familia y contra la fe, la arquidiócesis destacó que el párroco ocupó expresiones inapropiadas.
“En cuanto a las declaraciones del párroco de Jicolapa durante una homilía, en la que usó algunas expresiones inapropiadas refiriéndose a personas homosexuales, la Arquidiócesis de Puebla recuerda a toda la comunidad lo que enseña la Iglesia: Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición”, explicó.
La arquidiócesis de Puebla destacó que la Iglesia es una “casa de puertas abiertas” donde todas las personas son bienvenidas, y donde se pueden sentir amadas, valoradas y escuchadas; además, se rechaza toda injusta discriminación especialmente las que pueda desembocar en daño físico, psicológico, moral, de salud, laboral, entre otros.
“Es misión de la Iglesia acoger sin juzgar, y llevar a todos a Dios, sin condenar. Sin embargo, también es misión de la Iglesia ejercer su misión profética, recordando que todos estamos llamados a llevar una vida moral, e incluso santa. Se ama a la persona, pero se rechaza todo lo que sea contrario al plan de Dios, que es salvación de todos”, añade el documento.
La arquidiócesis de Puebla informó que el sacerdote Pedro Varillas, reconoce que la predicación se debe ejercer con absoluto respeto a todos y se disculpa por haber utilizado adjetivos inapropiados respecto a las personas homosexuales, durante su reflexión dominical.
CHM