Durante el primer trimestre del año los negocios del Centro Histórico de Toluca han recuperado 50 por ciento de sus ventas, lo cual es insuficiente para tener utilidades, especialmente, porque la mayoría requiere 70 por ciento de dichas ventas para ser rentables. Al igual que otros sectores, el comercio sigue pagando las consecuencias de la pandemia por covid y esperan una recuperación en mínimo 7 años.
“Los cuatro años son muy optimistas, la mayoría anda con deudas muy fuertes que impactarán en su desarrollo de 7 a 8 año. Hay quienes obtuvieron créditos que tardarán en pagar 5 años y por ende no tendrá utilidades, y para recuperarse por completo tendrán que pasar 2 o 3 años más”, detalló el presidente del Patronato Pro Centro Histórico, Alejandro Rayón Montes de Oca.
Después del cierre de 20 por ciento de los negocios ubicados en el Centro Histórico, refirió, al menos 3 por ciento de los locales ya se empezaron a rentar y con giros completamente diferentes a los originales. “En general están en remodelación y son muy pocos los que ya empezaron a abrir las cortinas. Aunado a que los negocios están operando con 50 por ciento de su nómina original”.
Pese a los estragos, indicó, tampoco ha habido sensibilidad por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quien sigue cobrando lo mismo que cuando los negocios estaban abiertos, entre 10 mil y 30 mil pesos bimestrales.
“Muchos cerraron porque no pueden seguir facturando lo mismo por luz, hay casos que ya estamos trabajando con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), algunos tuvieron que llevar notario para que verificaran que bajaron las pastillas de luz”.
Ante el apoyo que ha dado el ayuntamiento de Toluca con la extensión del plazo para la renovación de licencias de funcionamiento y los descuentos para la colocación de anuncios luminosos, expresó, algunos negocios como los bares, principalmente, se han visto beneficiados, especialmente, porque el año pasado solo pudieron abrir tres meses y en lo que va de este permanecen cerrados.
Alejandro Rayón señaló que, si bien para Semana Santa esperaban un repunte, las cosas no han sido así, especialmente, porque la capital mexiquense no es muy turística y quienes la visitan lo hacen por el turismo religioso, donde todas las actividades se suspendieron.
Por último, confió en que con el arranque del proceso electoral se reactiven algunos negocios, especialmente, porque las campañas generan un flujo. “Son buenas porque generan empleos temporales y eso ayuda a impulsar las ventas, por ello en estos momentos lo más importante es seguir consumiendo local”.
MMCF