El pueblo otomí o “hñähñu” es el segundo con mayor presencia en el Estado de México por el tamaño de su población, al contar con 106 mil 534 personas hablantes, de acuerdo con Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La población otomí está asentada principalmente en 21 municipios: ocho de alta marginación (Aculco, Amanalco, Acambay de Ruiz Castañeda, Chapa de Mota, Villa del Carbón, Morelos, Temascalcingo y Temoaya); cinco de marginación media (Jilotepec, Jiquipilco, Otzolotepec, Soyaniquilpan y Timilpan); seis de baja marginación (Capulhuac, Lerma, Ocoyoacac, Tianguistenco, Xonacatlán y Zinacantepec); y dos de muy baja marginación (Metepec y Toluca). El municipio de Temascalcingo cuenta con asentamientos de población indígena mazahua y otomí.
Con el paso del tiempo sus tradiciones y costumbres se han ido modificando y las nuevas generaciones, en muchos casos, han perdido el interés de aprender, por ello con diversas acciones, tanto el colectivo “Cultura Ndexi” como el ayuntamiento de Xonacatlán buscan recuperar su identidad entre la población.
Dichas acciones van desde añadir a la nomenclatura de las calles el nombre con el que se les conocían en el pasado, realizar murales en diversos puntos, crear un compendio con fotografías e historias de cómo era el pueblo, así como la impartición de talleres de otomí para las nuevas generaciones.
Lanzan iniciativa
Miroslava Borbollón Cortez, directora de Asuntos Indígenas del Ayuntamiento de Xonacatlán, quien es licenciada en Derecho y tras egresar de la universidad tomó un curso de otomí por año y medio, señaló que notó que había poco interés en rescatar la cultura y los principales elementos de la cultura otomí, sin embargo, desde hace más de un año se ha enfocado en destacar datos históricos del municipio junto con el colectivo “Cultura Ndexi”.
Por lo que en el marco del 150 aniversario del municipio el colectivo lanzó el proyecto “Yu Ñu Hñäthoga Jnini Ndexi” o “Los caminos otomíes de Xonacatlán”, cuyo objetivo es dar a conocer los parajes donde los abuelos construyeron su historia, la difusión de las costumbres que les dan identidad y el rescate de la lengua otomí.
“Buscamos el rescate de los nombres de las calles o parajes como anteriormente se les llamaban, solo en la cabecera hemos identificado cerca de 40 parajes, entre los más representativos son el de la entrada principal (la ´rani o puente), la escuadra de Francisco Sarabia a Gustavo A. Vicencio y de Gustavo A. Vicencio a la calle Cuauhtémoc (la tihua o do gora o corral de piedra) y la mancia en la Colonia Emiliano Zapata que alude a las parcelas”.
Con el apoyo de Daniel Rosales Galicia, integrante del grupo tradicional “Los Colibríes”, el cual tiene reconocimiento del Consejo Estatal para el Desarrollo Internacional de los Pueblos Indígenas del Estado de México (Cedipiem), nacional e internacional en países como Italia por interpretar canciones traducidas al otomí; y Omar Martínez Campos, han realizado trabajo de campo entrevistando a personas mayores en la cabecera municipal, no solo para conocer más de los parajes y el idioma sino también de la comida tradicional, usos y costumbres del municipio.
Buscan publicar un libro
“Hemos realizado varios videos o capsulas en las que plasmamos la información que recabamos. Hasta ahorita hemos abarcado a la cabecera municipal y tenemos un trabajo de investigación previo en la comunidad de Santa María Zolotepec”.
Señaló que con la información que han recabado pretenden realizar una publicación o un libro, donde integren los videos que han publicado en su página de Facebook. “Fuimos a Cedipiem para que nos apoyen, en cuanto haya recursos lo publicaremos. Aunque concluya la administración municipal el objetivo es realizar el trabajo”.
Asimismo, dijo, pretenden colocar debajo de la nomenclatura las calles el nombre con el que se les conocían en el pasado a los parajes para que las nuevas generaciones los tengan presentes.
Participación artística
Con apoyo de artistas urbanos locales pretenden realizar murales en los parajes más concurridos y representativos del municipio y que plasmen los elementos de la cultura otomí. Uno de ellos es Néstor Jared, mejor conocido como Otek, quien realizó el mural que se ubica en la primaria “Benito Juárez”, el que está en el atrio de la iglesia de San Francisco y el que está en la entrada principal de la presidencia municipal.
“Por el momento estamos gestionando los recursos para adquirir materiales, vamos a realizar uno frente a la iglesia, otro en la entrada principal ubicada en la calle 16 de septiembre y uno más en la calle Carrillo Puerto”.
La meta es replicar este ejercicio, tanto los murales como la nomenclatura en las comunidades de Santa María Zolotepec, Mimiapan y Tejocotillos.
Talleres gratuitos
Además, para preservar la lengua otomí que ha ido desapareciendo en la comunidad, desde hace más de 20 años el ayuntamiento de Xonacatlán ha brindado talleres en la Casa de Cultura de la cabecera municipal, que son gratuitos y están dirigidos a jóvenes y niños, aunque también reciben a personas de la tercera edad. Sin embargo, para ampliar sus alcances desde hace dos años se han llevado a las comunidades, especialmente, porque hay gente interesada que no tiene forma de trasladarse.
“En lo que va de la administración con cursos presenciales se han capacitado más de 100 personas, aunque son pocas, muchas han dado seguimiento a su instrucción. La pandemia cortó de tajo el trabajo, pero tuvimos tres cursos presenciales en las comunidades de Santa María Zolotepec, el barrio de San Antonio y la colonia Emiliano Zapata, fueron un día a la semana por dos horas”.
Con la contingencia sanitaria las autoridades municipales se vieron en la necesidad de migrar a las plataformas digitales para cubrir dos módulos y enseñar temas básicos como el saludo y los números, los cuales van más allá del mil. En noviembre del año pasado se dio un taller para niños, en febrero arrancó otro que concluirá el próximo 24 de julio y el 14 de junio inició uno de verano para menores de 7 a 14 años.
“Aunque se inscribieron 100 personas en el taller que inició en febrero solo quedan 25, no solo para la cabecera municipal sino de todo el municipio. En el de verano hay alrededor de 20 y es impartido por una licenciada de Comunicación Intercultural egresada de la Universidad Intercultural de San Felipe del Progreso”.
Será en agosto cuando se lance otra convocatoria para un nuevo curso de medio año, el cual ya podría ser presencial, para iniciar de cero o bien dar seguimiento a los alumnos inscritos, dijo.
“Para que los niños muestren lo que han aprendido hemos realizado videos donde dan saludos o cantan en otomí, una de las más representativas es la Canción Mixteca que fue traducida y es muy representativa del país”.
Reabren el Corredor Cultural
Mientras que para promover e impulsar las artesanías del municipio a partir de esta semana reabrieron el Corredor Cultural “Celso Vicencio Hernández”, el cual se ubica en los portales de la explanada municipal y que fue cerrado derivado de la pandemia. En él los artesanos tienen la oportunidad de mostrar su talento a través del telar de cintura, la venta de licor de café o bien la realización de gabanes o quexquemetl.
“Tenemos una maestra artesana que da un taller de telar de cintura en la casa de cultura y otra que nos apoyó con una itinerante para las comunidades, el cual se tuvo que suspender por la pandemia”.
MMCF