Las clases en línea, han sido un reto para los alumnos, pero sin duda alguna, también lo ha sido para los profesores que, en su mayoría, nunca habían dado una clase ‘online’.
Pues sí es difícil mantener a un grupo ‘quieto’ y bien comportado en un aula, el dar clases a distancia, es mucho más difícil y sus frustraciones se han ventilado en las redes sociales.
Existen varios casos como el del profesor de la Universidad Autónoma de Nuevo León, César Augusto Leal, quien desató polémica en las redes luego de que presuntamente se burlara y humillara en repetidas ocasiones a uno de sus alumnos que padece síndrome de Asperger.
“Te estoy diciendo que lo hagas en la libreta, a mano. Pinche burro. No te chifles, güey, hazlo… la ingeniería no es para chiflados, es para gente sensata, tal vez el arte pueda servir para chiflados”, dijo en su clase virtual que después se hizo viral.
También se exhibió a una maestra de la Universidad Juárez del Estado de Durango, quien se ve regañando a gritos a sus alumnos por no prender la cámara para tomar la clase de manera virtual y tras la indignación en internautas, la institución decidió suspenderla por lo que resta del semestre.
Pero no todos los profesores actúan de manera negativa, los alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, recibieron a su profesora, Guadalupe Gutiérrez, vestidos de fantasmas, esto, durante la festividad del Día de Muertos.
¿Es correcto que un profesor trate así a sus alumnos?
Diana Molina, psicóloga de la Universidad del Tepeyac, detalla a MILENIO que el confinamiento por la pandemia de covid-19 ha sido “un encierro emocional”, que hace que las acciones violentas se ‘destapen’ y se saque lo malo que uno tiene por dentro.
“Si bien es cierto, la pandemia por covid-19 nos ha encerrado en nuestras casas, y eso hace que en algún momento de nuestras horas de encierro saquemos la otra parte oscura que tenemos, y no digo que esté mal, sin en cambio, buscamos de alguna manera sacar esa energía y desquitarla con alguien, justo que es lo que pasan con estos profesores, y algunos alumnos”, platicó.
Comentó que se tiene que generar otro tipo de actividades para que al momento de realizar una actividad como profesor logre una empatía con sus alumnos y comprender que no todos tienen la misma capacidad para retener la información.
“En el caso del joven con Asperger, es el claro ejemplo que siendo un profesor que no estoy especializado para atender a un chico en esas índoles; tenemos que ser empáticos, informarnos de cómo tenemos que impartir una clase para que todos los alumnos se sientan seguros de que están aprendiendo independientemente de si padecen de algún síndrome o cualquier otra enfermedad, pero sobre todo ser conscientes que pueden generar ansiedad y estrés en ellos al momento de hablarles con violencia”, detalló.
Para Rodrigo Moreno, estudiante de la carrera Ciencias de la Comunicación, de séptimo cuatrimestre, en la universidad Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas (Cescijuc), ha sido muy difícil tomar clases en línea, pues algunos de sus profesores no conocen algunas aplicaciones y herramientas para que puedan mejorar su aprendizaje desde casa.
“Tengo una profesora que desde que empezó a darnos clases, su materia se ha vuelto muy aburrida, ya que no innova la forma en la imparte su materia, pues aunque nosotros los alumnos le decimos que podemos hacer actividades creativas para aumentar nuestra calificación, se niega y se enoja con nosotros”, recalcó Moreno.
Detalla que lo más triste de su caso es que, al inicio de su carrera eran alrededor de 45 compañeros de clase, ahora con esta pandemia, algunos de sus amigos desertaron y no siguieron más el curso y ahora, con él solo son 15 alumnos los que se encuentran tomando clases a distancia.
Por su parte, otro profesor de esa misma institución que pidió el anonimato, dice que el dar clases a distancia fue una buena forma de ahorrarse dinero en pasajes, pues él vive en el Estado de México, y tardaba más de 2 horas en llegar a la ciudad, por lo que ahora a él le funciona esta normalidad y lo deja trabajar “más a gusto” en su hogar.
“Mira, está padre enseñar de esta manera, pero no son los mismos conocimientos que les puedes dar a tus alumnos si los ves cara a cara, sin embargo, me da oportunidad de trabajar y enseñar desde casa muy a gusto, y aparte, me ahorro unos pesitos y no lidio con tantos alumnos que solo van a calentar las sillas”, detalló.
Por último dijo que la institución les ha insinuado que no reprueben a ninguno de sus alumnos para que éstos no se vayan de la escuela y pues él asegura que esa institución está pasando por una crisis económica y no desean que se den más bajas en la matrícula escolar.
ledz