El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro abrió la puerta a un diálogo entre su administración y la Universidad de Guadalajara, condicionado a que la casa de estudios deje de manejar a esa institución educativa "como instrumento de presión política". hasta la noche del lunes no había respuesta de la universidad.
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Por medio de una carta abierta publicada en sus redes sociales, el gobernador ofrece retomar el diálogo que se rompió un año y ocho meses atrás, cuando haciendo uso de la mayoría de Movimiento Ciudadano el Congreso del estado modificó la partida presupuestal de la Universidad de Guadalajara y retiró 140 millones de pesos destinados al aún en construcción Museo de Ciencias Ambientales, y lo redirigió a la construcción del Hospital Civil de Oriente, un hospital público que será administrado por la UdeG, por considerar que era prioridad en materia de salud pública. La medida rompió la relación entre gobierno y casa de estudios, que organizó cientos de pequeñas marchas a Casa Jalisco, y una gran concentración pública el año pasado, además de presentar recursos legales incluso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, disputa que no se ha resuelto en los tribunales.
"Jalisco tenga una Universidad de excelencia que siga siendo punta de lanza no solo en el Occidente del país, sino en todo México", y por lo mismo "y a propósito de los recientes acontecimientos, reitero mi total disposición para que, en un marco de absoluto respeto institucional, sin presiones de ninguna índole, retomemos el diálogo entre las autoridades universitarias y el Gobierno de Estado de Jalisco. Un diálogo sustentado en el respeto a la autonomía universitaria en donde, al mismo tiempo, privilegiemos el bien común para nuestro Estado; un diálogo orientado fundamentalmente a que nuestra Universidad tenga las mejores condiciones para realizar sus tareas sustantivas; un diálogo que permita que la investigación, la docencia y la extensión de la ciencia y la cultura se conviertan en la agenda central de nuestra casa de estudios", señala el mandatario en la carta.
Los recientes acontecimientos a los que hace referencia el gobernador son el suicidio de Raúl Padilla López, ex rector general de la UdeG, y hasta el momento de su muerte el hombre más influyente de esa casa de estudios, a quien el gobernador calificaba de "cacique", y con quien sostenía un fuerte pleito político desde hace muchos años.
"Debe entenderse que, si queremos que el diálogo fructifique, la Universidad de Guadalajara debe dejar de usarse como instrumento de presión política. Dicho de otra manera, la formación de partidos políticos, la búsqueda de espacios de influencia en los poderes públicos y el uso de la comunidad universitaria para atender agendas particulares, NO pueden formar parte de sus funciones sustantivas. Por el contrario, los esfuerzos y los recursos universitarios deben orientarse exclusivamente a su fortalecimiento institucional", asegura.
"El Gobierno de Jalisco está listo para que, en esta coyuntura, Universidad y Gobierno retomemos una relación constructiva de cara al futuro. Una relación basada en el respeto entre ambas instituciones y sustentada en el objetivo común que es mejorar las condiciones de vida de las y los Jaliscienses".
JMH