Puebla generó en 2019 un total de 9 mil 213 empleos formales, cifra por debajo de la meta que cada año se requiere y la más baja reportada desde 2013.
De acuerdo con la organización "México ¿Cómo Vamos?" para Puebla se fijó una meta de 60 mil 500 empleos, para responder a la demanda laboral de egresados de instituciones de educación superior y de los jóvenes que pretenden incorporarse al mercado laboral, sin embargo, apenas se generó el 15.2 por ciento requerido.
De esta manera, Puebla se colocó entre los ocho estados que menos empleo formal generó y quedó lejos de las plazas que se requieren para la gente en edad laboral
De acuerdo con el reporte de la organización generado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) sólo dos estados, Querétaro y Nayarit, lograron alcanzar las metas anuales de empleo formal.
Al cierre de 2019 el estado de Querétaro acumuló mil 800 puestos formales de trabajo de 18 mil requeridos, mientras que Nayarit se alcanzaron 13 mil 509 de 12 mil 600 que se fijó como meta anual.
La organización destacó que cada año se requiere de al menos 100 mil empleos nuevos mensuales para incorporar a los jóvenes que ingresan a la Población Económicamente Activa (PEA), para reducir la informalidad, así como el desempleo.
Las entidades de Quintana Roo y Campeche se colocaron en semáforo amarillo en cuanto a generación de empleo, toda vez que no alcanzaron el 100 por ciento de su meta anual, pero sí rebasaron el 75 por ciento del requerido.
La organización civil destacó que el empleo formal es una pieza clave para el desarrollo económico porque otorga a los individuos mayor certeza sobre su situación laboral, así como acceso a servicios de salud y seguridad social.
Sobre las entidades que menor empleo generaron sobresalió Hidalgo con 750 de 27 mil 300 requeridos; seguida de Chiapas con mil 838 de 45 mil 100; Guerrero con mil 756 de 33 mil 400; Oaxaca con 2 mil 491 contra la meta anual de 38 mil 600.
También destacan: Veracruz que acumuló 6 mil 286 de 74 mil 700; Tamaulipas con 3 mil 443 generados; Tlaxcala con mil 294 de 12 mil 300 necesarios y Puebla con 9 mil 213 empleos generados.
El análisis de "México ¿Cómo Vamos?" reveló que cuatro entidades registraron pérdida en puestos laborales como fue el caso del Estado de México con una baja de mil 015 empleos contra una meta anual de 66 mil 600; Morelos que reportó menos 776 puestos de 18 mil 900 requeridos; Durango con mil 008 bajas y Coahuila con 3 mil 021 de 30 mil puestos necesarios.
La cifra de empleo que generó la entidad poblana a lo largo del año pasado resultó la más baja en relación a 2013, cuando se crearon 8 mil 815 puestos formales de trabajo.
En 2018 la entidad reportó la creación de 22 mil 277 empleo, mientras que un año antes acumuló 29 mil 344. De acuerdo con el registro histórico laboral, en 2016, el estado de Puebla sumó 29 mil 118 plazas, mientras que en 2015 logró afiliar 22 mil 235 puestos de trabajo ante el seguro social.
De acuerdo con el registro de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el estado de Puebla logró acumular 629 mil 401 trabajadores con seguridad social, al cierre de 2019, de los cuales 85.5 por ciento correspondieron a plazas permanentes con 538 mil 275 registros, mientras que el 14 por ciento restante, es decir 91 mil 144 fueron puestos de trabajo de carácter temporal en campo y urbanos.
Del empleo asegurado, 30 por ciento correspondió a puestos de trabajo en la industria de la transformación, con 187 mil 099 plazas, mientras que 22.4 por ciento se generó en el sector comercial, es decir, 141 mil 135 afiliados y 7.4 por ciento relacionado con la industria de la construcción, que reportó 46 mil 958 puestos formales.
Los datos publicados por el IMSS reflejaron un aumento de 1.5 por ciento en comparación a la cifra total de empleo asegurado que había en diciembre del 2018, de 620 mil 188 trabajadores.
Representantes de organismos empresariales coincidieron en su momento que la generación de empleo en 2019 estuvo marcada por factores como la contracción del sector de la construcción, baja actividad industrial e incertidumbre en la política económica del país.
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