Factores culturales y educativos en el seno de los hogares influyen en que los niños de México tengan una mala alimentación, como las creencias de que es benéfico comer muchos carbohidratos y de que “los niños gorditos son más sanos que los flaquitos”, afirmó Manuel Pérez Jiménez, director del Centro de Primera Infancia del Tecnológico de Monterrey.
La obesidad infantil es hoy un tema de muy alta preocupación, agregó el académico, quien resaltó la importancia de invertir para hacer crecer sanos a ese importantísimo sector de la población mexicana.
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En entrevista para la plataforma MILENIO-Multimedios, el especialista dijo que están haciendo alianzas clave a nivel internacional para aprender de las universidades e instituciones más adelantadas en este tema, para aprender de ellas y aplicar el conocimiento adquirido en soluciones para la comunidad de Nuevo León y México.
“Lamentablemente las estadísticas de este tema cultural, de esta situación epidémica de sobrepeso y obesidad en los niños, es un tema multifactorial. Hay muchos temas culturales, muchos aspectos de educación que influyen en que los niños tengan una mala alimentación, (entre ellos) una percepción ancestral de comer abundantes carbohidratos, de no cuidar ciertos aspectos que son fundamentales para la buena alimentación”.
Por ello, explicó, en el año 2023 el Tecnológico de Monterrey creó el Centro de Primera Infancia, y desde ahí, junto con Fundación Femsa, trabajan en una ruta con cuatro ejes fundamentales: investigación, capacitación, vinculación y difusión.
“Aquí en el Tecnológico el año pasado lanzamos un Centro de Primera Infancia en asociación con la Fundación Femsa, en donde buscamos principalmente cuatro objetivos, hacer investigación; capacitar a los actores clave en el ecosistema; hacer una vinculación con instituciones involucradas en el tema de primera infancia, y hacer difusión y comunicación de ciencia”, detalló el académico.
Un detalle a resaltar, recalcó, es que dentro de la misión del Tecnológico de Monterrey la internacionalización es un bastión del desarrollo.
Y, derivado de ello, agregó, exponer a las mejores prácticas tanto a estudiantes, profesoras y profesores del Instituto, para aprender de la gente que lleva ventaja.
“En el caso de primera infancia hemos tenido mucho apoyo de la Católica y de Los Ándes, y sobre todo del trabajo que ya venía haciendo la Fundación Femsa en el tema”.
“Nos hemos apoyado mucho con el Centro de Desarrollo Infantil de Harvard, con el Centro de Primera Infancia de Stanford, estamos haciendo una alianza importante con Yale, con la Universidad de Maine, con Texas Childrens, con Boston Childrens, estamos buscando aprender de los mejores y ese aprendizaje implementarlo en nuestra comunidad, desafortunadamente la obesidad infantil es un tema de altísima preocupación para todos los profesionales”, subrayó.
En relación a la cultura que estuvo presente por muchos años de la cual se desprendía que la persona “gordita” era la que estaba sana, el especialista lamentó que aún existe, pero ya en menor medida.
“Sigue esa cultura, quizá no tan arraigada como hace un par de décadas, hoy en día los programas de pediatría, cardiología, hacen mucho énfasis en la alimentación saludable, pero es un tema cultural difícil de desarraigar, porque sí, la percepción es el que está flaquito está enfermo y no es así”, manifestó.
Como reflexión final, Pérez Jiménez enfatizó que invertir en la primera infancia es vital para el desarrollo.
“Aquí la importancia es invertir en la primera infancia, tenemos que cambiar el chip de la sociedad, hacer una inversión para que las niñas y niños sean agentes de la comunidad que tengan una voz, un derecho”.
“Y que las personas que tomamos las decisiones estemos viendo que esa inversión es fundamental en el desarrollo de una sociedad a mediano y largo plazo”, puntualizó.
mrg