Para especialistas en pedagogía, la escuela en casa se vuelve cada día un reto más complicado; a un año y un mes de la pandemia, el encierro de los menores y la falta de socialización generada en las aulas ha generado consecuencias que van desde lo físico, hasta lo social y emocional.
La maestra Gabriela Pérez explicó que para combatir el estrés en los menores es necesario trabajar en conjunto con los padres y madres de familia, pero sobre todo lo que se necesita es tener mucha paciencia por parte de los profesores y profesoras para que el resultado en el aprendizaje del alumno sea lo más favorable posible.
“Las consecuencias que puede tener un alumno son sociales físicas y emocionales dado que son los factores que contribuyen que el alumno pueda llevar a cabo sus aprendizajes”, dijo.
Mencionó que en el aspecto social, la afectación, por ejemplo, será sobre la forma de resolver problemas y situaciones de la vida diaria; mientras que en el ámbito emocional, el estrés que se puede generar en casa y la parte física es la pérdida de cuidados de la salud como hacer ejercicio, los hábitos alimenticios y cambios en el sueño.
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Para ayudarlos recomendó que pueden buscar un espacio específico para que el menor tenga un lugar de estudio, que se lleve a cabo el horario escolar como si fueran a la escuela de 8:00 a 1:00 o dependiendo del turno y que se considere como académicas establecer actividades como la educación física.
Explicó que con ello se ayuda mucho a que el estudiante conserve su estado de ánimo y para combatir el estrés consideró que hacer ejercicio de 30 a 45 minutos diarios es lo indicado.
“Que realicen las actividades que les dejan en la escuela en el horario escolar y que tengan buenos hábitos alimenticios, además de que en las escuelas se está proponiendo para que los alumnos identifiquen sus emociones para poder trabajar y gestionarlas mejor”, agregó.
Comentó que, por ejemplo, en su caso, alrededor del 70% de sus estudiantes en conjunto con los padres llevan a cabo estas indicaciones y sí tienen un espacio para el estudio de sus hijos con un horario establecido.
Aseguró que también todo depende y puede variar por el contexto en el que se encuentre el niño o adolescente, o bien, por el número de familiares, si cuenta con padre o madre, o sólo uno de ellos; la manera en la que se ven las cosas, no enfocarse más en lo que no se tiene sino en las bondades que sí hay en el estudio en casa.