La implementación de la estrategia conocida como “espiral” para la enseñanza de las habilidades matemáticas a partir de diagnósticos por cada estudiante, es clave para reducir el impacto de la ausencia de clases presenciales en escuelas públicas y para contrarrestar a brecha educativa que está generando el impacto de la pandemia del coronavirus.
De acuerdo con el análisis de Mónica Monroy Kuhn, investigadora en procesos de enseñanza de las matemáticas de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (Upaep), las habilidades matemáticas se pueden reducir durante el llamado confinamiento si no se trabaja en ellas en casa.
“Es una realidad que no todos los estudiantes tuvieron acceso a las tecnologías, a los recursos. Los docentes enviaron tareas, ejercicios y los niños los trabajaron en casa. Posiblemente, los menores no entendieron lo que se tenía que hacer y en casa no recibieron la ayuda que se requería. Esta pandemia vino a mostrar las grandes desigualdades que tenemos en el sistema educativo”, manifestó.
Resaltó que cuando los estudiantes puedan regresar a los salones, será fundamental que se continúe con la estrategia educativa de espiral que consiste realizar una revisión de los conocimientos explicados antes de la suspensión de actividades y luego se aborda de forma repetida las nociones y temáticas en el área de matemáticas.
La maestra en Educación Matemática por la Universidad de Texas en Austin y licenciada en Matemáticas Puras por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) explicó que el diagnóstico que se realice por cada estudiante para definir los conocimientos que pudieron alcanzar durante el confinamiento, será fundamental para el diseño de las clases y contrarrestar la brecha educativa.
“El currículum de matemáticas y, en general de las materias de educación básica, es como un espiral. Son temas que son centrales y luego se van abordando en los diferentes grados escolares. Los temas tienen relación unos con otros, entonces, es fundamental que al inicio del nuevo ciclo escolar se realice un diagnóstico para revisar cómo va cada alumno, qué aprendizajes previos lograron alcanzar para luego diseñar las estrategias para apoyarlos a recuperar aquello que se considere fundamental”, manifestó.
Agregó que los profesores de las escuelas de educación básica deberán contar con sensibilidad y creatividad en el desarrollo de las actividades y estrategias que implementarán para que, en un corto tiempo, los estudiantes puedan recuperar las habilidades y conocimientos del ciclo escolar anterior.
“Al utilizar un sistema de espiral, los docentes pueden establecer estrategias para que en los temas que se vean en el nuevo ciclo escolar, se retomen actividades y habilidades que se tenían que desarrollar en el ciclo escolar anterior. Yo puedo diseñar actividades más integradoras, que puedan generar conexiones entre distintos conceptos. Se trata de una habilidad que pueden desarrollar los profesores y es posible. Hubo mucho estrés, pero no debemos perder de vista que hay tiempo en el ciclo escolar que viene y en los siguientes, para que los profesores apoyen a los estudiantes en aquello que haya hecho falta”, finalizó.
mpl