La reanimación cardiopulmonar (RCP) y la donación de órganos son cruciales para salvar vidas, pero también brindan nuevas oportunidades a aquellos que más lo necesitan.
Hace dos semanas, el joven José Miguel Vázquez Martínez, de 19 años, recibió un trasplante de corazón que le permitió volver a vivir.
Gracias a la generosidad de una familia que decidió donar los órganos de su ser querido; sin embargo, el viaje hacia esta nueva oportunidad comenzó con una acción fundamental de RCP.
El doctor Víctor Quezada, coordinador de trasplantes de la UMAE (Hospital de Cardiología 34 del IMSS), destacó la importancia de conocer las estrategias básicas de RCP.
“Hay muchos cursos básicos de reanimación cardiopulmonar. Obviamente es la compresión simple del tórax mientras tienes un apoyo de médicos o de algunos paramédicos que puedan llegar, pero el hecho de hacer una compresión del tórax para estar haciendo que ese corazón siga funcionando o haciendo la función de bomba que hace el corazón y condicionando con la ventilación”, detalló.
Estas maniobras no solo mantienen a una persona viva hasta que llegue ayuda médica, sino que también aumenta las posibilidades de que sobreviva y reciba tratamientos vitales, como un trasplante de órgano.
“En este caso de José Miguel, si no hubiera tenido esa oportunidad de que alguien le ayudó a hacer esas maniobras de compresión, no estuviera él aquí, no estuviéramos hablando del éxito que ahora hay, de la nueva oportunidad de vida que él va a tener”, agregó el médico.
Por otro lado, la donación de órganos es un acto de generosidad que puede salvar múltiples vidas.
“Tenemos otros pacientes en lista de espera tanto de corazón como de pulmón que están esperando su oportunidad de vida, entonces entre más donaciones más oportunidades tienen estos pacientes”, explicó.
Desde el inicio del programa de trasplantes en 1997 en el IMSS el Hospital de Cardiología No. 34 ha realizado 92 trasplantes cardiacos, siendo el caso de José Miguel el primero del año.
Es por ello que los doctores hicieron un llamado a la ciudadanía para concientizarse sobre estas prácticas vitales, para que más personas puedan tener la oportunidad de una segunda vida.