Desde hace unos días la pequeña Keilyn Valeria descansa para siempre en su última morada.
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Ha pasado una semana y media desde que murió en un hospital del IMSS a causa del impacto de un poste de madera que fue derribado por un camión de mudanza en Guadalupe.
Por lo que sus seres queridos desean que se aplique la ley contra el conductor que les destrozó la vida.
"Día con día no puedo dormir porque yo quiero justicia. Justicia. Y no voy a descansar, deveras. Lo que me propongo yo, yo sé que lo voy a conseguir. Se lo prometí a mi hija, y mi hija sabe que yo, todo lo que quiero todo lo consigo, y está vez no va a ser en vano", explicó la señora Rosario Alvarado Vázquez.
La madre de la pequeñita advirtió que luchará hasta el final para que el presunto responsable de la tragedia pague con cárcel.
"Porque no se merece mi hija su muerte. Ella estaba llena de ilusiones, de sueños, y junto con los sueños de ella se llevaron los de nosotros", reiteró.
El ama de casa, quien habita en el municipio de Juárez, lamentó que el conductor involucrado en el accidente nunca se acercó a la familia, ni siquiera cuando se requirió sangre para la niña.
"Yo solicité que me ayudaran con una donación de sangre para la niña, y no creo que él no lo haya visto. Que él fuera y dijera: señora, sabe qué, discúlpeme... Aquí estoy. Es con lo que le puedo ayudar, a donar sangre para su hija. Sin embargo no... Nunca (se acercó) ...", dijo Alvarado Vázquez.
Keilyn fue sepultada la semana pasada en un cementerio del sur de Monterrey.
Sin duda, ella vivirá por siempre en el recuerdo y en el corazón de todos quienes la amaron.
"Keilyn era una niña soñadora. Ella siempre estaba con la ilusión de vernos felices y unidos. En querer ir al kinder...", comentó la afligida señora.
La niña de 3 años falleció el pasado 2 de abril en la clínica 33 del IMSS, un mes después de que fue impactada por uno de tres postes que derribó el camión de mudanza.
El accidente ocurrió la tarde del jueves 2 de marzo en las calles Andrés Osuna y Manuel L. Barragán, de la colonia Zertuche, en Guadalupe.
El operador involucrado en los hechos, Jahir Francisco, de 31 años, está vinculado a proceso y enfrenta medida cautelar de firma periódica.
Se espera que en la próxima audiencia, a desahogarse el 2 de junio, se modifique el delito.