Tras las primeras horas de la explosión de una toma clandestina de gas en San Pablo Xochimehuacan, vecinos de la zona han tenido que regresar a sus domicilios para resguardarlos de robos o saqueos; sin embargo, en muchos casos los destrozos y afectaciones de sus viviendas se vuelven más preocupantes que un robo.
En un rango no mayor a 10 cuadras del epicentro de la explosión, vecinos de las calles aledañas ya trabajan en la reparación parcial de sus viviendas, principalmente en ventanas y puertas, puesto que estos elementos fueron los principales afectados, pero viviendas totalmente destruidas o con cuarteaduras también fueron reportadas en menor cantidad.
Una vecina de la comunidad abrió sus puertas a MILENIO Puebla para documentar los daños que sufrió su propiedad, mismos que constaron desde ventanas rotas hasta una puerta de metal doblada y grietas en su techo.
Al interior, la madre de familia relató de manera anónima el cómo vivió la noticia de este evento, pues en la madrugada sus hijos solo le hablaron para manifestarle que había explotado el gas, no obstante la mujer no dimensionó lo ocurrió y pensaba que se trataba de su tanque estacionario.
Luego de la noticia y ante el temor por lo ocurrido, la mujer emprendió su camino para encontrar a sus hijos en casa, no obstante al acercarse a la zona se dio cuenta que no solo ellos estaban en peligro.
"En la carretera federal Puebla-Tlaxcala, sobre la carretera, de verdad, ya había gente, que eran jóvenes, señores, habían señoras con niños, señores con sus niños en los hombros y todos estaban desnudos y quemados, levantaban los brazos y pedían ayuda", rememoró la vecina de la localidad.
Posteriormente reconoció que aun que sus hijos se encontraban a salvo, el encontrar su vivienda con tantos daños le causó una gran preocupación, por lo cual espera que el gobierno les brinde un apoyo económico para realizar las respectivas labores de reparación. Un caso similar es el de Edgar Guzmán, vecino de la zona quien se encuentra remodelando un edificio para poderlo rentar y quien señaló que entre ventanas, cornisas y cortinas de metal rotas, sus daños ascienden a más de 10 mil a 15 mil pesos.
AFM