El poblano Fabián Ignacio, agente de investigación en la Fiscalía General del Estado (FGE), busca ser el mejor ejemplo para sus dos pequeñas hijas desde su trinchera donde todos los días trabaja para crear un mundo mejor para la sociedad mediante el combate de la inseguridad.
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En 2014, recibió con gran emoción la noticia que cambió su vida, sería padre primerizo junto con su esposa; con gratitud y amor comenzaron los preparativos para recibir a su primera hija. Esta etapa lo obligó a tomar decisiones para ser un jefe de familia, por lo que obtuvo un trabajo estable en esta dependencia, cambiar hábitos y se volvió más responsable.
Afirmó que aparte de compartir tiempo de calidad, transmitir los valores y ser un amigo para sus dos pequeñas, la figura paterna deber ser un ejemplo a seguir, por lo que cuida cada detalle, palabra y acciones, con el objetivo de crear un legado que promueva respeto, empatía, tolerancia e igualdad.
"Como padres tenemos la responsabilidad de ser un ejemplo, uno no puede ir por la vida solamente diciendo soy padre o soy esto o soy agente. Pero si tú no lo vives, si en realidad no te comprometes, obviamente el ejemplo queda de lado. Al final somos ejemplos para nuestros hijos, para los colaboradores, usuarios, somos un ejemplo para la sociedad", dijo en entrevista con Multimedios Puebla.
A los cuatro años de tener a su primera hija, la cigüeña volvió a tocar la puerta de su familia con otra hermosa niña. Ambas son la luz de sus ojos por quienes se esfuerza todos los días, se levanta temprano, resuelve casos y combate la inseguridad en cada labor que desempeña desde la FGE.
Si bien, ser agente investigador, es demandante en tiempo, disponibilidad y hasta riesgoso, siempre espera el momento para llegar a casa, ayudar a su esposa, hacer tarea con sus hijas, leer algún cuento o hacer alguna actividad en familia. Consideró que el tiempo de calidad es la mejor herencia que se les deja a los hijos, ya que a su decir los buenos recuerdos no se borran ni con una goma de oro.
"Radica en el sacrificio en lo que se refiere al tiempo, ser agente investigador, es un tema demandante, pero de igual forma es una profesión apasionante al mismo tiempo, sin embargo, esta parte del sacrificio se compensa porque estás trabajando para dar una mejor sociedad, brindar un mejor servicio al usuario y que también nuestros propios hijos, nuestra propia familia son parte de esa sociedad", manifestó el padre de familia.
Los retos que ha enfrentado son dejar los problemas del trabajo fuera de su casa para disfrutar de su familia, sin dejar de lado su labor, ofrecer tiempo con sus hijas y esposa, ser empático con sus sentimientos y emociones, pero lo más importante, transmitir sus sentimientos y valores con ellas.
Entre los recuerdos que destacan en estos ocho años, están el nacimiento de sus hijas, festivales, graduaciones, asistencia a fiestas, logros escolares, sus primeros cumpleaños, paseos en parques, actividades en casa y algunos viajes, como el de su primera vez en la playa.
Fabián Ignacio afirmó que vale la pena trabajar arduamente para darle esta oportunidad a su familia de vacacionar, dijo que el mejor pago es ver sus rostros de felicidad, verlas, jugar en la arena y convivir de otra forma en un ambiente distinto. "Un viaje que fuimos al mar, a la playa y que, pues, era la primera experiencia para las dos pequeñas de llegar a la playa y yo creo que las caras de llegar de ver su asombro, la diversión, yo creo que es lo que te marca de cuanto a experiencias", señaló.
A los padres primerizos, les deseo lo mejor y de la mano les aconsejó que se esfuercen todos los días, que luchen por su familia y cada vez que estén sin aliento vean y recuerden el momento en el que se hicieron padres y el motivo por el que escalan la montaña de la paternidad.
CHM