La crisis por la que atraviesan las funerarias en México es incuantificable y Platinum Casket Company, empresa dedicada a la fabricación de féretros, lo sabe, pues desde que se declaró la pandemia por covid-19 se prohíben los entierros.
En respuesta a la debacle, el área comercial de la empresa diseñó los ataúdes COV, una alternativa para las familias que prefieren enterrar en lugar de cremar a sus difuntos.
Eduardo López Ignacio, encargado de la fábrica de ataúdes en el Estado de México, ideó la fabricación de las nuevas cajas de lámina, con lo que busca responder a las necesidades de los dueños de las funerarias ante el desplome en ventas por la pandemia.
"Tenemos 10 días con el proyecto, derivado de la necesidad del mismo mercado. Nos han comentado nuestros clientes, las agencias funerarias, que están sobre saturados en sus hornos. Nosotros queremos darles una opción a las familias para que puedan darle sepultura a su difunto y este ataúd cumple con lo necesario", señaló.
El ataúd es fabricado en acero, en función de la norma propuesta por el IMSS para que la degradación del cadáver sea más rápida, tiene forma de cápsula y todas las paredes están selladas y soldadas para evitar la salida de líquidos.
"Posteriormente le hacemos un recubrimiento de polietileno, ajustado a la pared con pegamento de contacto. Son de tres a cuatro capas que no permite el escurrimiento de líquidos. Al final damos un sellado con algún tipo de cinta para que no salgan más allá olores o vapores del mismo ataúd", explicó.
Eduardo López Ignacio, encargado del área comercial de la compañía, indicó que el desplome de las ventas fue lo que inspiró el proyecto, basado en un diseño que ya manejaban y que fue adecuado a las nuevas circunstancias; además, señaló que se busca apoyar a las familias.
"Es muy doloroso perder a un familiar. Con esto estamos tratando de fomentar la inhumación para que la familia quede un poco más tranquila durante el proceso. Esperamos que este ataúd realmente ayude, pues ese es el objetivo final", puntualizó.
ROA