Fabricantes de bolsas plásticas recicladas: No sabemos qué vamos a hacer

Ante la prohibición en CdMx, algunas compañías ya han visto mermadas sus ventas 50% y temen que estas medidas impacten a otras regiones del país; 300 mil empleos están en riesgo a escala nacional, alegan

Las autoridades no han ido a conocer los procesos de reciclado, dicen empresarios. Especial
Cristina Ochoa
Ciudad de México /

Hace 29 años el papá de Luis Alcántar Vargas, quien había dedicado toda su vida a trabajar con desperdicios industriales, tuvo una visión: darle un mejor uso, una nueva vida, a las bolsas de plástico que diariamente se encontraba en las calles. Así surgió Plásticos Alcántar, una fábrica en el Estado de México que desde entonces produce bolsas de plástico a partir de materiales reciclables.

Pero hoy, ante las reformas a la Ley de Residuos Sólidos que sancionan por el uso de las bolsas de plástico de un solo uso, la empresa que emplea a 30 personas está en peligro de desaparecer.

“El panorama es triste porque sí vamos viendo que poco a poco se va dejando de vender. De las ventas que teníamos, estamos llegando a 40-50 por ciento y sí es complicado para todos porque tenemos mucha gente que depende de nosotros. Quisiéramos que las autoridades nos escucharan”, señaló el representante del negocio familiar en entrevista con MILENIO.

​Pese a que aún no se cuenta con un reglamento de las condiciones en las que operará esta nueva ley, el 27 de noviembre pasado distintas compañías firmaron con el gobierno de Ciudad de México el Acuerdo para la Eliminación de Bolsas de Plástico, por lo que desde el arranque de 2020 algunos comenzaron a dejar de usar estos artículos.

Para los fabricantes, esto ha representado una baja importante en sus ventas no solo en la capital del país sino también en ciudades como Querétaro, Pachuca y Puebla en la época de mayor venta para ellos (inicia en septiembre y termina en febrero), y temen que las medidas impacten en otras regiones.

El 50 por ciento ya nos mermaron, y pensamos que seguirán bajando aún más, que esa es la mayor preocupación que tenemos todos, los empleos que se van a seguir perdiendo. Hay compañeros que están preocupados y no aguantarán a finales de enero si no logramos un buen arreglo con las autoridades para poder seguir trabajando”, dijo por su parte Jesús Castañeda, miembro de la organización Ruboplast, conformada por 320 fabricantes de bolsas plásticas de material reciclado.

Afirmó que este mes los miembros del organismo ya perdieron la capacidad de dar empleo a 300 personas, pues no han soportado la caída en sus ventas.

“Es un efecto dominó. Ya nos viene afectando en todos los niveles. En las tiendas pequeñas, en los mismos tianguis, en las centrales de abasto la gente no quiere usar la bolsa, por el miedo a ser multado”, afirmó.

De acuerdo con estimaciones de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac), con las medidas implementadas se espera que en el sector nacional sean afectados alrededor de 300 mil puestos de trabajo.

“La verdad es que ya impactó. En este momento no tengo ningún pedido de los productos que fabricamos. No sé qué vamos a hacer, somos cerca de 59 mil personas las que nos estamos quedando sin empleo. Nos están quitando el trabajo, nos vamos a morir de hambre por salvar la especie marítima, que finalmente no van a resolver el tema que traen con esta situación, porque va más allá”, señaló Sergio Álvarez Calderón, de Plásticos Alexis, una compañía que ha reciclado plástico para producir bolsas desde hace 25 años.

 

Proceso

Los fabricantes de estos artículos recolectan (principalmente en Ciudad de México y zona metropolitana) bolsas de polietileno de baja y alta densidad. Una vez que son separadas pasan a una máquina que tritura y homogeneiza los materiales que se convierten en pallets (pequeñas partículas del insumo). De ahí, algunos materiales pasan por el proceso de entintado, se calientan y a través de un proceso de fundido y cortado se obtienen bolsas que son utilizadas para basura y para la comercialización de productos como frutas y verduras en tianguis, principalmente.

“Desgraciadamente las maquinarias solo son para bolsa, no tenemos la capacidad económica para cambiar de equipos e implementarlos en otra industria”, señaló el representante de Ruboplast, asociación que surgió debido a la incertidumbre de los productores sobre el futuro de su trabajo con las nuevas disposiciones.


“Cerca de 59 mil empleos (solo en la industria de materiales reciclados) son los que están en riesgo. Están contabilizadas 20 mil personas que se dedicaban a la pepena, las que están en las tiendas de autoservicio llenando las bolsas; todos nosotros vamos a salir afectados”, afirmó Álvarez Calderón.

De acuerdo con el empresario, la propuesta de producto puede reutilizarse hasta 125 veces y con esta medida se favorece la industria nacional, pues ningún insumo tendrá que ser de importación, como sucede con las compostables y ecológicas, que son las que permite el establecimiento. 

Uso inadecuado

Según la Secretaría del Medio Ambiente de Ciudad de México, los plásticos desechables e incluso los reutilizables que terminan disponiéndose de manera inadecuada provocan un daño económico de 13 mil mdd al año a la industria del turismo, pesca y transporte. De acuerdo con datos de la ONU, en el mundo se compran 1 millón de bolsas de plástico por minuto y 5 millones de plástico desechable por año.

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