En este regreso a clases los padres de familia están buscando la mejor opción para comprar los uniformes escolares de sus hijos, sin embargo, la venta en camionetas en la calle o en redes sociales a menor precio no garantiza su calidad y disminuye hasta 40 por ciento los ingresos de los negocios bien establecidos.
"Es desleal e inequitativo que una persona abra la cajuela de su coche y venda sus uniformes al mismo precio o más bajo. No se sabe de su procedencia o a quién reclamarle en caso de que al suéter le salgan bolitas o se encoja. Muchas veces las prendas ni siquiera tienen una etiqueta que defina si son de poliéster, algodón ni alguna especificación sobre su manejo o instrucción de lavado", detalló Edgar Cerecero López, fabricante de uniformes ubicado en Venustiano Carranza.
Enfatizó que los negocios bien establecidos son muy cuidadosos con el correcto etiquetado de las prendas, pues de no hacerlo la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) puede sancionarlos, al igual que otras instancias de gobierno.
Si bien tras la crisis por la pandemia muchas personas se vieron en la necesidad de buscar un ingreso adicional -dijo- deben hacerlo por los canales adecuados. Por ello exhortó a las autoridades a poner un alto a este tipo de prácticas que representan un comercio desleal e ilegal.
Uniformes baratos vs calidad
Si bien las grandes tiendas comerciales ofrecen uniformes a precios muy bajos -explicó- no representan una competencia desleal porque lo hacen en la legalidad al pagar impuestos, salarios y demás prestaciones laborales, sin embargo, el problema está en la calidad de las prendas.
Una camisa, por ejemplo, cuesta 250 pesos y en ciertos establecimientos se están vendiendo en 60 u 80 pesos pero no tienen pie de cuello que refuerza la prenda o pellón que dan forma a los puños. "Muchas veces lo barato sale caro y una camisa con nosotros puede durar uno o dos años o hasta la heredan al siguiente hijo, pero una camisa de bajo costo quizás la tengan que comprar dos o tres veces".
Colegios y costos
Sostuvo que su sector debe competir con las escuelas particulares que hacen trato con algunos fabricantes que no tienen un punto de venta; y comercializan directamente con los padres de familia a un sobreprecio; así como batallar cuando el uniforme cambia de un ciclo escolar a otro porque las prendas que no se vendieron ya no sirven.
"Es importante que las escuelas particulares tengan conciencia porque muchos padres de familia meten a sus hijos ahí, no porque tengan mucho dinero sino porque ya no alcanzaron lugar, les queda muy lejos, o cualquier situación, y si a eso se le agrega el costo del uniforme, se sangra mucha la economía familiar".
Precisó que cada vez que tienen interés de vender el uniforme de una escuela solo notifican de manera verbal a los directivos porque afortunadamente hay libre mercado y no hay exclusividad. Aunque si hay directivos que llegan a algún acuerdo con ciertos proveedores y establecen reglas, por ejemplo, pueden vender el uniforme en 340 a los alumnos, de los cuales 40 son para la sociedad de padres de familia, mejoras para la escuelas o aportaciones en especie (jergas, escobas, detergente, entre otras cuestiones).
¿Cuánto cuesta un uniforme?
El uniforme de diario tiene un costo aproximado de 650 pesos y consta de tres piezas, el saco del uniforme de gala cuesta 350 pesos, el uniforme deportivo 680 pesos más los parches de la misma tela para las rodillas, las chamarras 600 y la de laboratorio en 230 pesos, ya con un descuento de entre 10 y 15 por ciento. Mientras la personalización de las prendas o colocación del nombre está entre 30 y 35 pesos.
Por último, Cerecero López recordó que 2020 y 2021 fueron años perdidos porque no vendieron nada derivado de la suspensión de las clases presenciales, por lo que confían en que este ciclo escolar las cosas vayan mejor.
KVS