La Central de Abasto (CEDA), uno de los mercados más grandes del mundo, vive a su manera la falta de gasolina que afecta a la Ciudad de México, con alza en los precios, reducción de clientes y camiones de carga varados.
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En un recorrido realizado por MILENIO, se ven contenedores de basura que apestan, simplemente porque los camiones no han llegado por ella.
"Si el problema de la gasolina sigue, podría haber lentitud en el abasto", alertó un comerciante.
"Podría haber desabasto ¿cómo movemos el transporte?", dijo preocupado otro.
Los transportistas y comerciantes celebran la estrategia implementada por el gobierno federal para el combate al huachicol, pero no sus consecuencias.
"La lucha del Presidente contra el huachicol, es buena"; pero... no supieron implementarla y aquí están las consecuencias", comentaron.
"Si seguimos sin gasolina, habrá colapso la siguiente semana", añadieron.
Las cifras oficiales indican que en la CEDA se distribuyen diariamente alrededor de 30 mil toneladas de verduras, frutas, productos enlatados, carnes y flores, transportados en más de 52 mil vehículos de todo tipo de rodada y tonelaje.
También se observó que las cuatro gasolineras dentro de la CEDA están cerradas, aunque eso no limita a los automovilistas para hacer largas filas a la espera de un milagro, y con ello se suma, en secreto, la venta de huachicoleo desde Puebla.
"Son bidones de 20 litros a 600 pesos; por ahí se puso ayer la camioneta, es una roja; acabó y se fue", dijo un comerciante.
"Dijo que iba a Puebla y que regresaba en tres horas y sí, regresó con más bidones; se puso atrás de esa nave, por la J; ¿que lo diga ante la cámara? ¡no! ¡me la hacen gacha!", afirmó.
Sin embargo, esto sólo fue confirmado por dos personas en diferentes puntos de la central.
La Central de Abasto es un mercado, sobre 327 hectáreas, que diariamente es visitado por 300 mil comerciantes al día, atendidos por cerca de 70 mil empleados.
FLC