Ubicada en la colonia Américas, es una de las casas más navideñas de la capital mexiquense, ya que es una tradición de casi 4 décadas de la familia Guerrero, adornar todos y cada uno de los espacios, en donde nunca puede falta el árbol, la villita y el nacimiento en espera de la Nochebuena y Navidad.
¿Cómo inició la tradición?
Zaira Guerrero relata que la idea de adornar nace de su abuelita paterna quien, cada temporada navideña, regalaba a sus nueras adornos navideños hechos a mano. "Comenzó por mi abuelita que a ella le gustaba coser todo lo que era fieltro y todos los adornos se los daban a las nueras".
De tal manera que sus padres empezaron poco a poco a adornar con esas piezas, las cuales conservan como las más antiguas y que se suman a cientos de adornos que han acumulado en casi 40 años. "Mi mamá empezó a adornar con esas pequeñas cositas que son a mano y esas piezas son las más viejas".
Aquí la temporada navideña es la más esperada del año, razón por la que cuentan con un cuarto para guardar todos los adornos, desde el árbol, nacimiento hasta la villa navideña. "Adornar es una alegría, o sea, hacerlo entre familia, colocarlos en su lugar especial, siempre nos da una satisfacción".
Si bien no es una tarea fácil, ya que son cientos de adornos, la familia siempre está dispuesta a participar en la decoración.
"A nosotros siempre nos dio la ilusión de la Navidad, ese espíritu navideño", aseguró.
¿Cómo está decorada la casa?
Al entrar a esta casa inmediatamente transmite ese espíritu navideño. La sala, la cocina, el baño, el comedor, todo cuenta con adornos y luces de la temporada. "Casi a partir de que termina el 2 de noviembre empezamos a adornar... Nos tardamos como un mes en desempacar y acomodar".
Para la familia no sólo es un trabajo que los reúne y les deja memorables recuerdos, sino que también es parte de una práctica de sanación espiritual. "Nosotros lo vemos como una limpieza general, algo renovador, limpiamos paredes, quitamos todo".
Tal es el éxito de su casa, que familiares y amigos no faltan cada año para apreciar como quedó el hogar, llevar a sus hijos, a sus nietos y tomarse la foto del recuerdo.
PNMO