A pesar de restricciones en panteones, familias meten tríos y comen sobre tumbas

Niños, jóvenes y adultos acudieron al cementerio de Tampico para recordar a sus fieles difuntos

A pesar de restricciones población introdujo alimentos a panteones (Yazmín Sánchez)
Jesús Alberto García
Tampico /

Una mujer que forma parte del equipo de Protección Civil intercepta a una mujer en el pasillo central del Cementerio Municipal de Tampico y le dice “se puede poner por favor el cubrebocas".

La señora, que camina de la mano con su hija aproximadamente a las 11:30 de la mañana, responde “ay, ni que te fuera a pegar algo"; sin embargo, acepta la recomendación y se pone su tapabocas de neopreno color verde.

Entre las tumbas y entre la sombra de un gran árbol a mitad del camposanto porteño, tres jóvenes avivan la reunión familiar en torno a una tumba decorada, al cantar “Las Mañanitas" y, casi de inmediato, la de “Amor eterno".

Celebran Día de Muertos en el cementerios de Tampico (Yazmín Sánchez)

Una docena de integrantes de una familia escuchan atentos, otros tienen la mirada perdida, como idos y hay quienes aprovechan para captar el momento en el teléfono celular.

Más hacia el interior del Cementerio Municipal, en el cual descansan 25 mil cuerpos, una numerosa familia tiene varios kilos de tortilla entre una tumba y una mesa que lograron meter, en la cual se preparan tacos de guisos.

Hay jóvenes, niños y adultos, que conviven en torno a uno de sus familiares fallecidos, quienes de alguna forma se las ingeniaron para ingresar la comida, a pesar de la prohibición de cero alimentos y tríos musicales.

La misma joven que integra Protección Civil de Tampico que le pide a la población el uso del cubrebocas cuando no lo portan, se reúne con sus compañeros a medio pasó de los ciudadanos, y les dice que insistan en los filtros.

El presidente municipal de Tampico, Jesús Nader Nasrallah, llegó al cementerio y camina junto a Lizbeth García Aldape, responsable del área, para revisar el operativo de seguridad sanitaria en el panteón.

“Ahí viene Chucho", se escucha una ciudadana, quien se acerca a hacerle una solicitud de apoyo social y obtiene del alcalde el compromiso.

“Por favor no me dejen tirada la basura, los recipientes de plástico, recójanlos", expone la autoridad municipal a las personas que trabajan limpiando tumbas durante las celebraciones del día de muertos.

El recorrido continúa y los ciudadanos siguen llegando, algunos con cubrebocas y otros aún con la negativa, pero todos para recordar a sus fieles difuntos.

Las flores anaranjadas y moradas en sus manos son una constante de las personas que entran al cementerio, así como botellas de agua, cubetas, escobas y palas, porque le van a dar mantenimiento a las tumbas en familia.



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