Fe y altruismo en el tiempo de pandemia, visitan a enfermos de covid-19

La Arquidiócesis de Toluca puso en marcha distintos servicios religiosos, acercando la esperanza a las familias que atravesaron por momentos complicados.

Los sacerdotes ofrecieron consuelo en medio de esta pandemia abrumadora. (Especial)
Toluca /

De marzo de 2020 a marzo de 2021, sacerdotes de la Arquidiócesis de Toluca realizaron más de 700 visitas domiciliarias a pacientes enfermos de covid-19, y otras enfermedades, fieles que buscaban un consuelo y esperanza en medio de esta enfermedad o en sus últimos días de vida.

El responsable de la oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Toluca, Jorge Rosas Suárez, informó que además de la Línea de Atención para Pacientes Covid, que está a cargo de un grupo de capellanes, se pusieron en marcha distintos servicios religiosos, acercando la esperanza a cientos de familias que, durante esta contingencia sanitaria, atravesaron por momentos complicados, como la enfermedad, la pérdida de seres queridos y las dificultades económicas que sin duda han cimbrado a la sociedad.

“A las personas que responden al llamado, a través de esta línea, se canalizan con algún sacerdote, ya sea para que vía telefónica o videollamada, se dé una palabra de aliento o de esperanza al enfermo o a los familiares, o también si es posible el sacerdote va y visita a los enfermos, lo hace con las debidas precauciones”.

Sin un precedente, y como un servicio que marcará no sólo a los sacerdotes de esta arquidiócesis, sino a cientos de familias, para enfrentar esta pandemia, al dolor y a la soledad que trajo consigo el aislamiento de los enfermos, se dispuso de al menos 30 sacerdotes que pudieran realizar dichas vistas, cuidando en todo momento las medidas preventivas recomendadas por la Secretaría de Salud.


“Se ha centrado más la atención en la zona urbana del Valle de Toluca, las razones son obvias, el número de contagios fue muy alto, no realizamos visitas a hospitales, porque las mismas instituciones limitan el acceso hasta a los familiares, y por consiguiente a nosotros”.

Adaptándose a esta nueva realidad, la Arquidiócesis tuvo que innovar y encontrar la forma para continuar con su labor, con los menores riesgos posibles, para ello, se emplearon estrategias nunca antes vistas, desde la bendición de hospitales, por parte del obispo, Francisco Javier Chavolla Ramos, quien también subió a un helicóptero para bendecir, desde los cielos, al territorio que integra esta provincia religiosa.

Una nueva realidad

A pesar del miedo y la incertidumbre, señaló, los sacerdotes de la arquidiócesis dieron consuelo a cientos de enfermos que, en medio de esta pandemia, buscaban algún servicio religioso, acercándoles la confesión y lo que se conoce como la unción de los enfermos.

“Las atenciones domiciliarias fueron menos, fueron alrededor de 700 atenciones que se dieron, hubo sacerdotes que hicieron cerca de 70 u 80 visitas domiciliarias, aquí en la ciudad”.

En cada visita, añadió, la realidad era abrumadora, pues hubo casos en los que lamentablemente se veían familias enteras atacadas por este virus, con 5 o 6 de sus miembros contagiados.

“No solamente fue la visita a una persona, hubo visitas con seis enfermos, en otra casa había tres o dos, entonces las cifras suben, esto fue un detalle muy interesante que se nos presentó en la atención a los enfermos”.

Al ser una de las regiones con el mayor impacto en cuanto a los contagios, Toluca fue el municipio en el que se centraron las atenciones, principalmente en sus zonas conurbadas, como San Cristóbal Huichochitlán, San Andrés Cuexcontitlán, San Pablo Autopan, San Lorenzo Tepaltitlán y El Seminario, entre otras comunidades; además de municipios como Metepec, Zinacantepec, San Mateo Atenco, Lerma, aparte de otros municipios.


Derivado del riesgo que implicaba, los sacerdotes recibieron la capacitación respectiva por parte del personal de salud, tanto para poder colocarse el traje especial de protección, su uso y el posterior retiro; además de modificar algunas de sus prácticas, ya que no podían tocar a los enfermos.

“Como no se puede tocar al enfermo, por la misma situación, las visitas consistían en orar por el enfermo, que él o ella te viera por la ventana o desde la puerta de su casa, darle la absolución, si le ibas a ungir, era con el algodón o con el hisopo, sin tener el contacto físico.

Señaló que si era la visita desde afuera y no podías acceder por la gravedad del enfermo o alguna otra circunstancia, le llamaban vía telefónica, pero también hubo enfermos que no podían levantarse de su cama y entonces la bendición se daba por teléfono o videollamada.

“En estas visitas se dio la oración, el sacramento de la confesión o la absolución, cuando el enfermo estaba frente al sacerdote, no se pueden dar absoluciones vía virtual, lo que podemos es dar bendiciones; tu servidor atendía a personas vía telefónica y les envié la bendición y les di palabras de aliento; pero la absolución de los pecados sí tiene que ser de forma personal o presencial”.

Recordó que durante esta pandemia, lamentablemente 13 sacerdotes de la Arquidiócesis de Toluca fallecieron a causa del covid y 70 fueron contagiados.

MMCF

  • Monserrat Mata
  • monserrat.mata@milenio.com
  • Reportera en MILENIO Estado de México desde 2016, egresada de la Facultad de Humanidades de la UAEMex. Escribo sobre Salud, Desarrollo Agropecuario y Medio Ambiente.

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