El endurecimiento de las políticas migratorias en México, no solo exponen a represalias legales a quienes buscan llegar a Estados Unidos, sino que fomenta el trabajo informal y la explotación laboral en el propio país, explicó la investigadora de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), Alison Lee.
Señaló que, en general, los países como México y Estados Unidos no buscan, en el fondo, eliminar a las personas que buscar un mejor nivel de vida en un lugar diferente al que nacieron, sino mantenérselo marginados.
Durante la presentación del libro “¿Volver a casa? Migrantes de retorno en América Latina. Debates, tendencias y experiencias divergentes” en la Universidad Iberoamericana Puebla, Alison Lee resaltó que la migración pasó en un lapso de 20 años de la esperanza de alcanzar el éxito en Estados Unidos a condiciones de precariedad y problemas de salud en poblaciones expulsaras de la Sierra Mixteca al sur de la entidad.
“La intención de los países de destino es no eliminar a los migrantes, sino mantenerlos en la sombra para gozar de los beneficios de su trabajo barato”, explicó la investigadora.
Por su parte, Elena Ayala Galí, coordinadora de la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la Universidad Iberoamericana Puebla, resaltó la importancia de poder analizar diferentes casos de retorno de migrantes con base en sus condiciones, causas y escenarios etnográficos.
En tanto, Guillermo Yrizar Barbosa, responsable de Migración en el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) de la Ibero Puebla, recalcó que el imaginario colectivo no ha terminado de reconocer la condición de migrantes de quienes hacen el viaje de vuelta.
“Desde la crisis económica mundial de 2008, se han disparado los índices de retorno. La reinserción familiar y social es uno de los principales obstáculos con los que se enfrentan las y los migrantes que vuelven a casa”, resaltó.
En tanto, el académico de la City University of New York, Ángelo Cabrera, explicó que llegó a Estados Unidos siendo un adolescente y se involucró en diferentes movimientos en pro de los derechos de estudiantes indocumentados, impulsando la creación de programas de becas para personas en estas condiciones legales.
“No hay personas ilegales en el mundo. No se cuenta con documentos oficiales, que es distinto. Existe una autodeportación. El trauma migratorio de retorno es muy fuerte cuando vienes de ciudades cosmopolitas y regresas a una comunidad rural”, reconoció.
Resaltó que México dejó o de ser un país de tránsito, consolidándose como un espacio al que las y los migrantes llegan para quedarse; por ello, se debe abordar la migración desde sus diferentes aristas para garantizar políticas públicas que les beneficien.
Para Liliana Rivera Sánchez, coordinadora de la Licenciatura en Relaciones Internacionales del Colegio de México, resaltó que los nuevos patrones de movilidad demuestran que los migrantes centroamericanos y caribeños se están enfrentando con el primer reto de cruzar a México para, eventualmente, llegar hasta Estados Unidos.
Resaltó la importancia de considerar las condiciones de los lugares a los que llegan, así como las condiciones propias del migrante justo antes de volver. “Es importante estudiar los patrones de movilidad y asentamiento: cada vez se regresa menos al lugar de origen”.
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