El fuerte olor a combustible despertó a los vecinos de varias colonias de Tlaxcoapan, dice Nayeli Castañeda Cruz, una maestra de 42 años de edad, quien fue una de las más de 200 personas que la madrugada del viernes evacuaron sus hogares ante un derrame de eter metílico, en el ducto Tula-Tuxpan de Petróleos Mexicanos, a la altura del kilómetro 298.
Al respecto, detalló que el aroma penetró a las viviendas, e incomodó tanto a los vecinos que sirvió para alertarlos; así comenzaron a encender las luces de sus viviendas y a asomarse; afuera ya sonaban las primeras alertas a través del altavoz de patrullas, unidades de Guardia Nacional y de Protección Civil.
Pese a que no es la primera vez que una emergencia en un ducto de Petróleos Mexicanos los despierta y obliga una evacuación, ésta ha sido la más grave hasta ahora en la región.
Así, Nayeli Castañeda y su hijo de 20 años comenzaron a presentar malestares de salud por el aroma que se desató en los alrededores . La irritación de ojos y garganta, el dolor de cabeza fueron de los primeros síntomas, y los que los obligaron a dejar de inmediato su hogar.
La Guardia Nacional, relata, les brindó el apoyo para resguardarlos y trasladarlos al albergue provisional que instaló en el centro cultural Tlaxcoapan de la presidencia, pero no solo eso sino que les garantizaron que sus pertenencias y sus hogares permanecerían a salvo.
Un total de 32 personas llegaron al albergue, y según el gobierno de la demarcación, 200 más se refugiaron con familiares.
Se dio a conocer que de las 32 personas en el albergue instalado en el centro cultural del municipio, 10 presentaron intoxicación y recibieron atención médica, además de que les dieron cita abierta en caso de que sus malestares se agravaran.
Una de ellas, la maestra Nayeli, quien labora en Atitalaquia y por la fuga perdió su día de trabajo, cuenta también que constantemente en el albergue les ofrecieron información de lo que sucedía, lo que les generó aún más certidumbre.
No obstante, los cuerpos de emergencia no le permitieron abandonar el albergue sino hasta las 13:30 horas, puesto que junto con nueve personas más la mantenían en observación por salud, y le indicaron que algunos malestares como el dolor de cabeza permanecería por algunas horas y así fue.
Aunque es la tercera vez que la evacúan junto con sus vecinos, hasta ahora PC no les ha informado sobre algún plan de emergencia a implementar durante este tipo de incidentes.
Castañeda Cruz pidió a las autoridades que pongan en marcha un plan que permita disminuir este tipo de incidentes, pues reconoció que es difícil que se les pueda erradicar, pero consideró que sí puedes reducirse para no poner en riesgo a la población; agradeció la actuación de las autoridades de los tres niveles.