Ganaderos de comunidades rurales en la ciudad de León sufren también los estragos de la sequía, ya que alimentar y dar de beber a sus animales se ha vuelto una tarea preocupante por la falta del vital líquido que cada día escasea más en las presas de Guanajuato.
"Si ya habido problemas, varios ranchos de la orilla han tenido que vender sus vacas porque ya no pueden alimentarlos, afortunadamente acá no he pasado por eso porque tengo el pozo cerca", dijo Domingo Sánchez, ganadero de la comunidad de Duarte.
Una sola vaca llega a consumir hasta 40 litros de agua y 33 libras de comida por día, no obstante los campos de cultivos también peligran por la carencia del líquido, lo que a su vez afecta la alimentación del ganado.
El precio de una vaca depende de su estado de salud y peso, aunque en promedio llega a costar 15 mil pesos según los ganaderos, el problema es que han tenido que venderlas más barato porque si no se enferman debido a la deshidratación.
Por el momento aún quedan esperanzas para los ganaderos, ya que esta semana según pronósticos del clima, se esperan lluvias en gran parte de la ciudad.