El desarrollo emocional es un factor que no depende del año en que nacieron las personas, sin embargo, se han generado etiquetas mal aplicadas sobre el comportamiento que van teniendo los jóvenes, ejemplo de ello son los denominados integrantes de la “Generación de cristal”, quienes tienen una forma distinta de expresar sus emociones y no por ello deben ser discriminados o mal vistos por la sociedad, declaró el titular del colectivo efecto mariposa, Carlos López Méndez.
Al existir diferentes posicionamientos y puntos de vista sobre cultura, religión, educación y otros aspectos que generen una diversidad de opiniones, no deben ser un factor para cuestionar, señalar, discriminar y menos agredir a las personas que tienen un pensamiento distinto quienes para externarlo ahora utilizan las redes sociales.
Ahora dijo López Méndez, “nos encontramos en un choque generacional, donde conviven quiénes eran la "generación x", "millennial" y algunos a los que han etiquetado a una llamada , “generación de cristal”, le dicen así porque se trata de la generación juvenil de quien dicen que “no aguanta nada”, los definen así porque están destinados a romper una cultura de abusos que se cometía en contra de ellos y ellas, por eso ahora a diferencia de otros años, están alzando la voz, dentro de los medios posibles para hacerse escuchar y evitar que estos atropellos se continúen presentando porque eso tiene un impacto emocional que les afecta en su desarrollo personal.
La variación cultural que se ha tenido abarca varias generaciones, recordar que algunas de las personas proceden de una educación de gritos, maltratos y abusos, en la cual los profesores golpeaban con las reglas o gises a los estudiantes cuando estos aún eran niños, o el acoso de los profesores hacia las niñas porque estaban guapas y querían salir con ellas, lo cual en su momento se llegó a observar como una actitud a veces normal.
En la generación "de cristal", añadió López Méndez, ahora reconocen las emociones, expresan su sentir, esto lo hacen a pesar que otros los descalifican porque piensan que no es verdad lo que están diciendo o que hacen mucho drama, ya que a otros les enseñaron a callar emocionalmente y en ellos no se replica ese patrón de comportamiento.
También hizo mención a la exigencia que anteriormente había en los padres o madres de familia quienes pedían respeto a través de gritos o golpes, sin otorgar el mismo respeto solo porque son mayores, mientras que la generación de cristal ha alzado la voz para decir basta de esta violencia y abusos, porque buscan un cambio en el modelo de vida de muchas personas, que sea de respeto y tolerancia.
AFM