Bar Gil, donde se unen generaciones a disfrutar al son de las caguamas

Esta cantina de Guadalajara tiene ese clima de buen ambiente, camaradería, buena comida y ese toque medio arrabalero y descuidado terminan de conquistar a jóvenes y viejos.

Bar Gil en Guadalajara (Fernando Carranza)
Martha Calvillo
Guadalajara /

Tradición, buen ambiente y deliciosa botana se disfrutan con caguama en mano en el Bar Gil que con más de 70 años de historia se ha convertido en una de las cantinas/bar del primer cuadro de Guadalajara con más popularidad y principalmente; la favorita entre los jóvenes.

Este bar/cantina abrió sus puertas en 1950 de la mano de un tal Gil, se desconoce si era nombre o apellido, pero de ahí que adoptó este nombre, desde su comienzo contó con buena clientela y es que su privilegiada ubicación a unas cuadras de los dos Templos, aportó para que trabajadores, comerciantes y turistas acudieran de manera continua.

Fue en 1979 cuando don Germán Luna adquirió este bar e inició una nueva etapa en cuanto al servicio y concepto, como era mayormente visitada por hombres llegaron las populares ‘ficheras’ a trabajar ahí, y ya con clientela frecuente se volvió de los lugares más solicitados, aunque esto sólo duró algunos años así, ya que pronto Don Germán decidió conservar la propiedad, pero ya no manejarlo él, sino rentar todo el bar.

Es aquí donde entra Rodrigo Robles, mejor conocido como don Rodri, un viejo lobo cantinero que con su vasta experiencia de más de 40 años detrás de las barras de distintas cantinas como La Sin Rival o el Bar Toro, tomó las riendas de El Gil aportando sus conocimientos para convertirlo en el emblemático lugar que es hasta el día de hoy.

Bar Gil en Guadalajara (Fernando Carranza)

Fue en ese entonces que, para el 2011 Don Rodri implementó el concepto de regalar botana, pero no sólo la botana tradicional, como lo son cueritos, cacahuates, fruta y churritos con chile, que, por cierto, este (el chile) es de los más ricos, picoso y favoritos de los clientes, sino agregar un plus; tostadas de jamón, toritas ahogadas, tacos dorados, carne con chile, y la especialidad caldito de camarón, ideal para revivir muertos y espantar la cruda. Actualmente de la mano y gran sazón de Doña Rosi van también por lo más tradicional mexicano como enchiladas y sopes.

Aunque ya era costumbre aquí el consumo de las caguamas, fue con don Rodri y su hijo Juan Robles ‘El Chino’ y quien se queda a cargo de la barra por las tardes una vez que su padre se retira, que este sitio ganó terreno en esta práctica, y eso lo volvió popular principalmente entre los más jóvenes quienes acuden directamente luego de salir de la universidad a caguamear.

Desde las 12:00 del día aquí hay actividad, principalmente en este horario acuden los viejos y más fieles clientes, como Don Ramón el panadero, El Negro, Don Alex entre otros y ya más tarde y por las noches, como ellos lo llaman; ‘la chaviza’, jóvenes principalmente que tienen al Gil como su lugar seguro para la precopa, con buen ambiente, buena botana y caguamas seguras.

El Gil conquista a jóvenes y no tan jóvenes (Fernando Carranza)

La decoración del Bar Gil es sencilla, de lo más llamativo es una vieja caja registradora con más de 45 años y que hasta apenas hace algunos funcionaba; un color amarillo predomina en las paredes de donde cuelgan cuadros de arte, algunos más graciosos y en el centro del arco hacia la entra de la barra un letrero con luces neón da la bienvenida a lo que podría denominarse un santuario atlista y es que no es ningún secreto que Don Rodri, Juan y la gran mayoría de los clientes asiduos son seguidores del Atlas.

Cuadros, recortes de periódicos, y decoración rojinegra son parte de la barra y el resto de las paredes, incluso aquí en los ratos en los que hay menos gente, se pueden escuchar desde la rockola los himnos atlistas para amenizar el ambiente.

Sin embargo, cuando si hay clientela, esta rockola se divide entre rock, principalmente, así como las denominadas canciones de doñas, pues es muy común que se pongan a cantar todos en el bar a todo pulmón haciendo de una noche cualquiera, una fiesta masiva entre todos los visitantes, también se escuchan cumbias, boleros y hasta reggaetón, aquí, literal que en gustos se rompen géneros y generaciones pues todos; chicos y grandes conviven sin algún tipo de problema.

El Gil tiene ese clima de buen ambiente, incluso ‘El Chino’ es lo que más destaca y asegura es lo que más le gusta de trabajar ahí, la camaradería, la buena comida y ese toque medio arrabalero y descuidado terminan de conquistar a las nuevas generaciones.

Con sus caguamas, yerbabuenas, tequilas y botanas El Gil es uno de los sitios consentidos para pasar un buen rato en compañía de los amigos, incluso sólo y salir con nuevos amigos y un grato sabor de boca.

Bar Gil

Ubicación: Prisciliano Sánchez 555, centro de Guadalajara

Horario: De lunes a jueves de 12:00 a 22:00 horas. Viernes y sábado de 12:00 a 02:00 horas y domingos de 12:00 a 19:00 horas


MC



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