En 10 años, la discapacidad más común será la psicosocial, afirmó Blanca Peña Ponce, directora general de Puertas Abiertas ABP.
Por ello, dijo, hay que poner ya en la mesa de discusión en las empresas el tema de la salud emocional y cómo llegar a una inclusión laboral para todos.
“Es más fácil incluir a alguien en silla de ruedas, que decirle a una empresa que alguien tiene un trastorno límite de personalidad, o un trastorno de ansiedad, o bipolaridad, o esquizofrenia, porque desconocemos tanto del tema.
“El tema de discapacidad psicosocial no es que sea difícil para el candidato con discapacidad incluirse, es abrir a la mesa de discusión en las empresas que se empiece a hablar de salud emocional”, enfatizó.
A las personas con discapacidad psicosocial se vuelve complicado el que les abran la puerta, aseguró, porque hay mucho desconocimiento.
“Y las empresas no tienen por qué ser expertas en temas de discapacidad, lo que pedimos de las empresas es ser expertos en reconocer el talento, tenga o no tenga discapacidad”, indicó.
De acuerdo con Peña Ponce, ni siquiera las instancias de gobierno se abren aún a incluir a personas con discapacidad psicosocial.
“Ahorita Puertas Abiertas es la organización con la bolsa de trabajo más grande en el norte del país, tenemos más de 570 candidatos con discapacidad inscritos en nuestra bolsa, aceptamos todas las discapacidades, cosa que incluso en instancias de gobierno todavía no se abren a incluir a personas con discapacidad psicosocial o discapacidad intelectual”, señaló.
A casi nueve años de existencia, Puertas Abiertas ABP, logró subir en un 575 por ciento el número de personas contratadas en las empresas que viven con alguna discapacidad, al pasar de 8 colocaciones en el 2009 a 54 en el año 2017, esto luego de que, mencionó Peña Ponce, se dio un cambio en el formato de su trabajo y en la vinculación con las empresas.
“Nos dimos cuenta de la gran necesidad que hay de acompañar a las empresas en el proceso de cambio cultural hacia la diversidad de talento.
“Es decir, demostrar, que como nuestro lema lo dice, ‘el talento no tiene discapacidad’, la persona puede tener una discapacidad, pero eso no limita, ni menoscaba su talento, las personas con discapacidad tienen talento como cualquier otra, simplemente su condición de vida es diferente”, destacó.
‘¿A quién me recomiendas?’, fue la pregunta de las empresas que detonó el cambio en esta ABP, por lo cual ahora “empatan” el perfil de la persona y el perfil del puesto.
“No es incluirlos a pesar de su discapacidad, porque precisamente por la discapacidad que presenta, la persona desarrolla habilidades y competencias que lo hacen ideal para un cierto tipo de puesto de trabajo”, indicó Peña Ponce.
A detalle
Puertas Abiertas logró pasar de 8 colocaciones en 2009 a 54 el año pasado, informó la organización.
“Nos dimos cuenta de la gran necesidad que hay de acompañar a las empresas en el proceso de cambio cultural hacia la diversidad de talento”, refieren.