Tras darse a conocer que la planta tratadora de desechos de Simeprode está al borde del colapso y a punto de generar serias afectaciones ambientales, parte del equipo de transición del gobierno entrante aseguró que buscarán alternativas para implementarlas en la próxima administración.
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El doctor Alfonso Martínez, director del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire y posible integrante del gabinete del próximo gobierno en materia ambiental, señaló que el primer paso será conocer la situación actual que guarda el relleno sanitario de Salinas Victoria, a fin de establecer las acciones conducentes.
"Cuál es la vida útil que tiene el relleno sanitario, qué establece la Semarnat para la posible continuidad del relleno sanitario, en su momento vamos a analizar esa información y tomar la mejor decisión posible, dado que además de los estudios técnicos se deben realizar estudios económicos", dijo.
Expertos advirtieron que la solución al tratamiento de la basura son procesos más sofisticados.
"Todo depende de la cantidad de toneladas que ingresen, cómo van esas toneladas, si van separadas o mezcladas, cuánto estamos dispuestos a pagar y qué tecnología es la más viable", mencionó el director del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire.
Martínez consideró que Simeprode en su momento fue ejemplo del manejo de residuos, pero que ahora podría haber llegado al fin de su vida útil.
"Digamos que Simeprode en su momento fue el ejemplo nacional e internacional, pero hoy en día efectivamente tiene algunos retos porque está llegando al final de su vida útil, y la disposición final tiene que ser nuevamente un ejemplo de cómo se deben hacer las cosas", señaló.
Entre las acciones inmediatas que asumirían está el impulsar medidas de reciclaje con los municipios metropolitanos.
"Debemos de empezar como Área Metropolitana a producir menos residuos, a reciclar más, con la intención de enviar menos residuos a confinamiento final", dijo.
Tras 30 años de servicio, el Sistema Integral para el Manejo Ecológico y Procesamiento de Desechos (Simeprode) se encuentran al tope de su capacidad, sin que hasta el momento se conozca alguna estrategia puntual para atacar el problema.