Activistas de la organización Greenpeace México realizaron una protesta pacífica a las afueras de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), para entregar un documento en el que demandan una posición de país contundente para frenar la contaminación por plásticos y proteger los océanos, de cara a las negociaciones mundiales por un Tratado Global de Plásticos.
Con el respaldo de más de 822 mil firmas de personas preocupadas por la contaminación plástica, un grupo de personas voluntarias de Greenpeace realizó por la mañana una instalación referente a los océanos con olas, tortugas marinas, un cofre del tesoro que “representa las voces de cientos de miles de personas mexicanas”.
También se dio el mensaje “Secretaría de Relaciones Exteriores, es tu turno”, en el contexto de la próxima reunión del Comité Intergubernamental de Negociación sobre la Contaminación por Plásticos (INC-4), que se llevará a cabo del 21 al 30 de abril en Ottawa, Canadá.
En el documento que se entregó a la SRE, Greenpeace pidió a la dependencia que la delegación mexicana que participa en el INC-4 sostenga una posición de país en la que
se exija un Tratado Global de Plásticos lo suficientemente fuerte y jurídicamente vinculantepara conseguir soluciones de raíz a la contaminación plástica.
El Tratado, cuya versión final se espera tener a finales de 2024, debe tener un objetivo global de reducción de la producción de plástico de al menos 75 por ciento para 2040 con respecto a los niveles de 2019.
La organización indicó que es impostergable garantizar la reducción de plásticos de un solo uso mediante un tratado mundial vinculante, por lo que solicitó a la cancillería que defienda un Tratado Global de Plásticos que considere todo el ciclo de vida de los plásticos.
Esto quiere decir que se consideren sus impactos ambientales desde que se extrae el petróleo, materia prima para producirlos y causante en gran parte del cambio climático, hasta su disposición final, y la generación de gases de efecto invernadero en los rellenos sanitarios y la contaminación de los ecosistemas afectando su biodiversidad.
“Un Tratado Global de Plásticos que contenga estas medidas y que sea suficientemente fuerte sentará una base jurídica para todos los países. En México, la sociedad civil organizada lleva años intentando reformar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) pero esto no se ha logrado por la colusión que existe entre las empresas y el poder legislativo; consideramos que un tratado suficientemente fuerte, respaldado por la delegación mexicana de la SRE, nos ayudará a tener el marco legal que necesitamos para frenar a las empresas contaminantes y detener el uso de productos plásticos diseñados para tirarse”, dijo Ornela Garelli, campañista de Océanos Sin Plásticos de Greenpeace México, durante el acto.
Las 822 mil firmas que acompañaron el documento que se entregó a la SRE son resultado de una movilización masiva que se ha venido gestando desde 2017 para exigir la protección de los océanos, “nuestro pulmón azul”, por lo que también pidieron a la cancillería que lidere a nivel mundial este llamado por la protección de los océanos, de la biodiversidad marina y de la salud de las personas y el planeta en general.
“Necesitamos que tenga una participación de alto nivel en la próxima reunión INC-4 y que ponga en el centro de la toma de decisiones las propuestas que le hacemos desde la sociedad civil. Nuestro país merece tener las herramientas legislativas necesarias para que las empresas cumplan con sus responsabilidades medioambientales y dejen de producir plásticos de un sólo uso y otros residuos contaminantes”, explicó.
Al mismo tiempo que se llevan a cabo estas negociaciones, Greenpeace México está recopilando a través de la campaña Océanos Sin Plásticos al menos 200 mil firmas ciudadanas que acompañen una propuesta legislativa para reformar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos.
SNGZ