En Puebla, las personas con discapacidad, adultos mayores, migrantes y víctimas de algún delito, es decir, población en situación vulnerable, enfrentan dificultades para ingresar al mercado laboral.
De acuerdo con la estrategia Abriendo Espacios del gobierno de Puebla, esquema que busca fomentar la inclusión laboral, a lo largo de 2024 fueron atendidas dos mil 544 personas que pertenecen a grupos vulnerables, de las cuales 798 se colocaron en una fuente de ingresos.
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Esta cifra evidencia una tasa de colocación de 31.3 por ciento, es decir, siete de cada diez personas que enfrentan algún tipo de barrera se quedaron sin la posibilidad de insertarse en un empleo.
Del total de personas colocadas, 653 fueron adultos mayores, 130 con discapacidad, 10 migrantes que incluye refugiados y repatriados, y cinco víctimas de delito.
Frente a este panorama, Alejandra Romero, integrante del Movimiento Asociativo de la Confederación Mexicana de Organizaciones en favor de la Persona con Discapacidad Intelectual (Confe), comentó que después de la emergencia sanitaria por covid-19 la situación de desempleo se agudizó, por lo que este organismo trabaja de manera conjunta con instituciones en Puebla para abrir espacios a las personas con discapacidad y aumente el número de empresas incluyentes.
En entrevista para MULTIMEDIOS Puebla, la especialista refirió que desde Confe, se impulsa un proyecto de inclusión, el cual se basa en estrategias de capacitación enfocadas a este grupo poblacional con el objetivo de que puedan adquirir o reforzar habilidades e insertarse en el mercado laboral.
Cada vez existen más empresas interesadas en la contratación incluyente, explicó Alejandra Romero; sin embargo, el reto también está en que las personas no solo cuenten con empleo, sino en la permanencia bajo un entorno inclusivo, un salario y trato digno.
“Afortunadamente, nos hemos encontrado con empresas que están interesadas en que, en sus plantillas, se incluya a personas con discapacidad. Las empresas están interesadas en ser incluyentes y, esto, habla bien del por qué, ahora tenemos más demanda, más vacantes para que personas puedan tener un puesto, un empleo y, además, sean visibles ante la sociedad (…) Podría decir que ha crecido, tal vez, en un 30 a 40 por ciento de estas empresas que cada vez están más interesadas y que se abren a la inclusión”.
Dos décadas de cambio
CINIA de México, es una empresa en Puebla que surgió hace casi dos décadas con 22 colaboradores como un proyecto de integración laboral y, a la fecha suma mil 15 trabajadores, de los que, más del 90 por ciento tiene algún tipo de discapacidad, ya sea intelectual, motriz, auditiva o visual.
Samantha Henríquez, gerente de Marketing y Comunicaciones de CINIA de México, comentó que el trabajo es una de las vías para que las personas puedan desarrollarse.
Explicó que, al ser una empresa de puertas abiertas, cada día, reciben a personas con discapacidad que buscan capacitarse y obtener un empleo. Esto, a la vez, refleja la necesidad laboral que existe para este grupo poblacional.
“Actualmente, la única discapacidad que no aceptamos es la flojera (…). La cantidad de personas que vienen a solicitar trabajo nos da un indicio de que no se están empleando a más personas en otros lugares o, que quizás, las condiciones no son las adecuadas en las cuales trabajan. Tenemos y cumplimos toda la normativa mexicana. Un horario de salida y uno de entrada, cada uno tiene sus prestaciones de ley. Nos basamos en todas las normas reguladas”, señaló.
La empresa con sede en San Andrés Cholula se conoce por ser la casa productora del peluche del doctor Simi, pero también opera divisiones en el área textil, automoción, servicio para empresas y hogares.
Henríquez añadió que los puestos de cada persona en la empresa son acordes al tipo de discapacidad y, cada una, recibe las herramientas y facilidades para el desarrollo de sus tareas.
“Si ahorita entra una persona al área textil, se le capacita en un periodo de tres a seis meses en el área de máquina, si es un operario manual, rellenar manitas o doblar bolsas o camisas, también, se le capacita en el área manual. Algo interesante es que, en los cargos gerenciales, la mayoría son mujeres”.
Para 2025, la empresa tiene proyectos de expansión lo cual abre oportunidades para crecer la plantilla, pues el 30 por ciento del trabajo textil elaborado por esta comunidad se exporta a Estados Unidos, Canadá, Noruega, España, Chile y Colombia.
Nueva oportunidad
María Raquel Benítez López es madre de dos hijos y, desde hace siete años, padece glaucoma, una enfermedad que puede causar discapacidad visual; sin embargo, considera que esto no es impedimento para seguir adelante y formar parte de la población económicamente activa.
Desde hace dos años, María Raquel labora en el área textil de CINIA y considera que las empresas no deben cerrarse a la discapacidad, por el contrario, deben facilitar oportunidades de desarrollo.
“Me parece que es una oportunidad que nos deben de dar a todos, tanto por edad, por enfermedad, por cualquier tipo de situación, la oportunidad de desempeñarnos, de desarrollarnos. También, ellas (las empresas), deben darse la oportunidad de que seamos personas con habilidades, con responsabilidades”.
AAC