En el Centro Histórico de Guadalajara, son aproximadamente 304 adultos mayores que laboran en la informalidad desde hace más de 50 años, un estudio psicológico realizado por el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara reveló que para este sector el trabajo informal tiene un sentido de identidad.
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“Entonces su trabajo no significa sólo dinero, sino que también esa identidad como personas como vendedores”, detalló Adriana Meza Calleja, doctora en Psicología.
La especialista explicó también estar ligado a sentirse útiles, activos y reconocidos, esto sin importar el ingreso que obtengan de las ventas.
Agregó que los adultos mayores al tener más de 50 años laborando en el centro histórico, han depositado un valor emocional que a su vez se suma a la percepción de quienes son ellos.
“Para ellos el Centro era más que un espacio de trabajo. Era parte de su dinámica cotidiana y de vida porque tenían 45 años haciendo lo mismo en muchos casos se hereda de generación a generación”, detalló.
La mayoría de los adultos mayores, no cuentan con una red de apoyo en caso de encontrarse en situaciones de vulnerabilidad y riesgo, como alguna enfermedad, es decir, dependen completamente de ellos mismos y de los ingresos que obtengan de la venta del día. Los pocos vendedores que cuentan con seguro social, es gracias a sus hijos.
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“Lo que encontré era que muchos no tenían documentos, ese fue uno de los principales argumentos. No tengo mi acta de nacimiento ni mi credencial para votar, no tengo los documentos que me piden.”, revelo la especialista.
El análisis del estudio se realizó sobre las 58 principales manzanas del Centro Histórico, en cuatro puntos principales, Plaza Tapatía, Mercado Corona, Los Dos Templos y Plaza Guadalajara.
MC