Vestida de blanco y emocionada, Guadalupe Cahuitzo Flores, realizó su primera comunión y confirmación en el templo de Nuestra Señora de Ocotlán. La pequeña logró celebrar este sacramento gracias a que recibió los conocimientos necesarios a través de una intérprete de lengua de señas.
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Al igual que sus padres, Guadalupe es sorda de nacimiento, pero, a diferencia de ellos, ella desde pequeña aprendió lengua de señas. Sus padres, Erika Flores y Carlos Cahuitzo, compartieron que de niños asistían a la iglesia; sin embargo, no entendían nada de lo que decían o hacían, incluso mencionaron que cuando ellos hicieron su comunión solo repitieron los movimientos que los demás niños realizaban.
“Solo veía que me tocaban la cabeza, que hablaban, pero, pues, no entendía”, expresó la madre de Guadalupe.
Por ello, ambos padres dijeron sentirse orgullosos y agradecidos de que su hija tuviese la oportunidad de pertenecer a la pastoral de sordos, donde la orientaron y enseñaron para entender las prácticas religiosas.
Por su parte, Arely Martínez, intérprete de la pastoral, mencionó que desde hace 14 años se fundó la Pastoral Católica de Sordos en el templo de Nuestra Señora de Ocotlán, luego de que una joven sorda asistiera a la iglesia de San Hipólito en la Ciudad de México, y se percataron de una forma de evangelizar a las personas con discapacidad auditiva.
Al regresar a Puebla formó un grupo de voluntarios que aprendieron esta lengua y buscaron formas de enseñar la religión católica a través de ella. La intérprete explicó que realizaron cuadernos con dibujos para explicar algunos rezos y cantos.
En cuanto a la confesión, elaboraron unas imágenes que representan los 10 mandamientos y la penitencia que se debe cumplir en caso de cometer un pecado, con los cuales se ha podido llevar a cabo esta acción que; además, han enseñado al padre del templo, Delfino Franco Ramírez.
“Hay una metodología, yo veo la tarjeta y hago alusión al pecado que me ha enseñado y por el intérprete y yo lo oriento”, dijo el padre.
A través de esta metodología se han celebrado tres matrimonios, un bautizo y cinco comuniones y confirmaciones; por lo que, el padre invitó a los ciudadanos que tienen este tipo de discapacidad y quieren cumplir con los sacramentos de la religión a sumarse a la pastoral de sordos.
Tanto el padre como la intérprete resaltaron la importancia de incluir a todos los fieles y hacer lo necesario porque entiendan la palabra de Dios a través de los medios necesarios. Ambos, pidieron a los ciudadanos ser empáticos y solidarios, ya que muchas veces son víctimas de discriminación y malos tratos.
“Llegan y me dicen, subí a la combi y al mostrar mi tarjeta de discapacidad me la aventó el chofer”, comentó Arely Martínez.
La intérprete y catequista precisó que la discapacidad auditiva y verbal, no es perceptible a simple vista, por lo que muchas de las personas sordas se enfrentan a diario a groserías y malos tratos por parte del resto de los ciudadanos.
Guadalupe y su madrina, Marisol Flores, indicaron que esperan que a través de la lengua de señas más personas con su condición tengan la oportunidad de desarrollarse y ser incluidas en otros ámbitos. Pidieron a los ciudadanos ser solidarios y comprensivos.
En la actualidad, en la pastoral de sordos, solo se cuenta con una intérprete, por lo que Arely invitó a los ciudadanos que quieran aprender y sumarse a esta labor, acudir los fines de semana al templo y ayudar a que más personas como Guadalupe se sientan incluidas al participar en las ceremonias eucarísticas.
CHM