Guanajuato corre un alto riesgo de quedar sin agua

Ocupa el lugar 10 entre las regiones de América que consumen más agua de la que tienen disponible, según el Instituto de Recursos Mundiales (WRI)

Los riesgos de sequías se incrementan debido a mayores extracciones de agua. ARCHIVO
Eduardo Padilla
León /

Guanajuato ocupa el décimo lugar de entre las provincias del continente americano con el mayor índice de “estrés hídrico”, es decir, el consumo de toda el agua que tiene disponible de un año, antes de ese plazo.

Esa es la estimación del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), que también ubica a la región guanajuatense en la posición 92 de más de 3 mil 200 urbes en todo el mundo que tienen esta condición crítica.

A nivel nacional, el estado se encuentra en el segundo lugar, al contar con una puntuación de 4.94 de 5 que es el máximo en este indicador, sólo detrás de Baja California Sur.

Después de Guanajuato, se ubica la Ciudad de México (4.90), Aguascalientes (4.81), Estado de México (4.76), Querétaro (4.71), Hidalgo (4.63), Chihuahua (4.63), Zacatecas (4.63) y Sonora (4.60).

En su plataforma Aqueduct, el instituto señala que al menos 17 naciones, donde habita un cuarto de la población mundial, se utiliza hasta el 80 por ciento o más de su agua disponible.

A nivel global, México se ubica en la posición número 24 de 164 países que fueron sometidos a análisis y estudios ubicándose dentro de los 44 países que enfrentan niveles altos de estrés hídrico.

El estudio señala que esta brecha es tan estrecha entre la oferta y la demanda que deja a los países vulnerables a fluctuaciones como sequías o mayores extracciones de agua, “por lo que estamos viendo más y más comunidades enfrentando sus propios "Días Ceros" y otras crisis”.

La institución señala que este indicador es sólo una dimensión de la seguridad hídrica mundial, y que como cualquier desafío, su perspectiva depende de la administración y uso del agua al precisar que “incluso los países con estrés hídrico relativamente alto han asegurado efectivamente sus suministros de agua a través de una gestión adecuada”.

Ante este panorama, se ofrecen tres soluciones: Aumentar la eficiencia agrícola, invertir en infraestructura verde y aplicar estrategias de tratamiento, reutilización y reciclaje del vital líquido.

“Los agricultores pueden usar semillas que requieren menos agua y mejorar sus técnicas de riego mediante el riego de precisión en lugar de inundar sus campos. Los financiadores pueden proporcionar capital para inversiones en productividad del agua, mientras que los ingenieros pueden desarrollar tecnologías que mejoren la eficiencia en la agricultura”, explica el WRI.

También, la investigación de WRI y del Banco Mundial muestra que la infraestructura construida (como tuberías y plantas de tratamiento) y la infraestructura verde (como humedales y cuencas sanas) pueden trabajar en conjunto para abordar los problemas tanto del suministro de agua como de la calidad del agua. Y por último propone que se debe dejar de pensar en las aguas residuales como residuos y en su lugar, visualizarlos como una "nueva" fuente de agua.

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