En Guanajuato, el Tribunal de Justicia del Estado ejecutó una multa a un hombre como resultado de los constantes ladridos que emitía su perro de raza Husky Siberiano, esto después de que, según lo demandado por sus padres, un menor de edad sufriera afectaciones en su salud, padeciendo de insomnio, bajo rendimiento escolar, entre otros malestares.
Este proceso dio inicio en el año 2023, fecha en la que un vecino presentó una demanda aseverando que el ruido provocado por el perro perturbaba la tranquilidad de su hogar y, al mismo tiempo, perjudicaba el bienestar de su hijo, quien en ese momento contaba con tres años de edad.
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Dentro de la primera instancia, el dueño del husky logró ganar el juicio; sin embargo, los padres del menor apelaron la decisión y llevaron el caso ante la Novena Sala Civil del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Guanajuato.
Tras una revisión de las pruebas presentadas, el Tribunal concluyó que los ladridos del perro eran lo suficientemente intensos como para causar molestias importantes. Pese a que no se midieron los decibeles, se presentaron dictámenes periciales en psicología que confirmaban el impacto negativo en la salud emocional del menor.
El fallo determinó que el juez de primera instancia no había valorado correctamente estas pruebas, por lo que, con base en el Código Civil del Estado, se resolvió que el dueño del Husky deberá reparar el daño moral causado al menor mediante una multa, cuyo monto hasta el momento no ha sido revelado.
Esta sentencia podría abrir un precedente importante en el país, ya que no es un problema ajeno para varias personas alrededor de la República Mexicana, especialmente aquellas que viven en edificios pequeños que los hacen compartir pared con pared y cuentan con algún perro que emite fuertes ladridos.