Familiares y amigos dieron un último adiós a Álvaro Ojeda, en el municipio de Cortazar, quien fuera uno de los migrantes originarios de Guanajuato que fallecieron en una caja de tráiler, en San Antonio, Texas.
Luego de que, tras una larga espera, al pasado 15 de julio llegara el cuerpo de Álvaro Ojeda Salazar al municipio que lo vio crecer, sus seres queridos más cercanos llevaron a cabo un homenaje a modo de despedida durante la tarde del sábado 16 de julio.
Previo a la misa de cuerpo presente, fue organizada una rodada de múltiples motos y carros, de los cuales Álvaro gustaba, donde clubs como 'Carz Talentor' circularon por las calles del municipio rindiendo un sentido homenaje.
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Posteriormente, la misa de cuerpo presente tuvo lugar en la iglesia de La Virgen de Guadalupe, alrededor de la 1:30 de la tarde, contando con la presencia de múltiples personas que solían convivir con él constantemente y que entre lágrimas lamentaron su partida.
Después de la misa sus restos fueron llevados al Panteón Jardines del Padre Nieves, aproximadamente a las tres de la tarde, donde, con gran sufrimiento, sus familiares y amigos se despidieron de él y le dirigieron unas últimas palabras, para posteriormente sepultar su cuerpo, en medio de múltiples coronas y flores.
Cabe recordar que Álvaro Ojeda tenía apenas 23 años de edad, quien con su partida dejó a su esposa y dos pequeños hijos, así como a su madre y hermanos, que durante días emprendieron una larga búsqueda para encontrarlo.
Álvaro Ojeda salió de su casa el 07 de junio, para cumplir el sueño americano y brindarle un mejor futuro a su familia, siendo recordado hasta hoy en día como un joven alegre, divertido y muy querido por la comunidad.
PCQG