El colectivo Seguridad sin Guerra, integrado por organizaciones de derechos humanos, activistas y académicos, condenaron el asesinato de Ángel Rangel, estudiante de la Universidad de Guanajuato, a manos de integrantes de la Guardia Nacional en Irapuato.
Ángel tenía 19 años, era estudiante de Agronomía, viajaba en una camioneta junto a su compañera Edith Carillo, quien también fue herida por integrantes de la corporación. Ante esto, Seguridad sin Guerra exigió a las autoridades una investigación de orden civil, que incluya la responsabilidad institucional de la Guardia Nacional como de las Fuerzas Armadas, verdad y justicia, para los estudiantes y sus familias, así como medidas de reparación integral y no repetición.
“La militarización de la vida pública del país solo ha traído el incremento de atrocidades bajo la indolencia de quienes prometieron retirar las Fuerzas Armadas de las calles y no han hecho más que aumentar su poder. Nos solidarizamos con los familiares de Ángel y Edith en este condenable suceso”, señaló.
El colectivo detalló que Guanajuato es una de las entidades en donde la participación de las Fuerzas Armadas ha aumentado, pues de 2 mil integrantes de la Guardia Nacional desplegados en julio de 2019 en el estado aumentaron a 8 mil para noviembre de 2021.