Ante las coincidencias de que en torno a los simulacros se presenten temblores como sucedió en los años 2017 y 2022 o la noche del 18 de abril de este año, horas antes del Primer Simulacro Nacional 2023, la evidencia científica no establece ninguna correlación.
- Te recomendamos Simulacro Nacional 2023 EN VIVO | Últimas noticias minuto a minuto Comunidad
Eduardo Ismael Hernández, investigador de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), explicó que es errónea la percepción de que con los simulacros se genere energía que desencadene movimientos telúricos.
“Esa percepción social del riesgo debido a que hay mucha información que se difunde en redes sociales, principalmente, en el tema de los sismos. Yo creo que es una percepción un tanto sesgada en el contexto de que científicamente, no se tiene evidencia real, reciente, de que hay una correlación de que, si se hace un simulacro determinado día, ese mismo día, haya un temblor importante”, apuntó.
Durante la mesa de análisis “La reducción de riesgos de desastres y la vulnerabilidad en las construcciones”, el especialista destacó que, en el país, se registran temblores todos los días, por lo que, los simulacros no generan sismos.
“Las coincidencias que hemos tenido previamente, en el año 2022, el año pasado y, previamente, en el año 2017, que ha habido coincidencia del día y del simulacro y de un temblor importante, hay que decirle a la gente que en nuestro país está temblando todos los días, todos los días se están presentando temblores en varias partes de nuestro país, principalmente, asociados en los estados del sur, de la costa sur del pacífico porque está la interacción de estas dos grandes placas que hemos mencionado en otras ocasiones”, añadió.
Por otra parte, el investigador de la universidad poblana explicó que, a casi seis años de los temblores de 2017, todavía existen edificios con daños estructurales que se mantienen sin recibir atención.
“El riesgo está presente porque hay personas que están usando esos edificios. Si ya tienen daños o fractures y no se les ha intervenido, es un riesgo. Hay una responsabilidad de las autoridades en torno a los edificios públicos que no han recibido atención y se tienen que hacer las medidas que emanan de las recomendaciones”, expresó.
Entre los edificios que requieren que se continúe con los trabajos luego de que resultaron dañados por los sismos de 2017, se encuentra, el Hospital de San Alejandro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la capital poblana; así como edificios privados, escuelas y otras construcciones.
En su oportunidad, Oscar Andrés Cuanalo Campos, profesor de la Facultad de Ingeniería Civil de la Upaep, destacó que la población se encuentra en un estado de vulnerabilidad, la cual, se debe entender a partir del nivel de exposición de la población y de acuerdo con los tipos de construcciones en los que se encuentran.
“Hay construcciones que no cuentan con el concreto adecuado que refuerce la estructura y que son muy vulnerables a los sismos. El grado de vulnerabilidad tiene que ver con los materiales y tiene que ver mucho la ingeniería civil para garantizar que las construcciones cuenten con las medidas de seguridad correspondiente”, apuntó.
CHM