El Parque Ecológico Zacango guarda uno de los espacios más sorprendentes, en los que se suma la preservación, investigación, así como la difusión, particularmente de especies que están relacionadas con muchos mitos e incluso desinformación: los reptiles.
Este espacio es el Herpetario Draconis, una instalación destinada a la cría y exhibición de reptiles y anfibios, en donde se pueden conocer más de 39 especies, entre ellas 20 que tienen presencia en el país.
¿Cómo surgió?
Los orígenes de este herpetario justamente se remontan a una colección herpetológica, que poco a poco fue creciendo y, cuando llegó a los 10 ejemplares, se inició con su registro ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y con ello se comenzó con algunas exhibiciones itinerantes, además de pláticas educativas, entre otras actividades.
“Nos acercamos directamente con la dirección de Zacango para poder entrar, primero para administrar su colección y después se participó en una licitación donde nuestro proyecto fue el más atractivo para la administración. Estamos muy contentos por lo que estamos realizando”, refirió Ezequiel Lovera Rojas, director del Herpetario Draconis.
Explicó que uno de los objetivos es el tratar de revertir esa imagen que se ha difundido sobre estas especies, a través de películas y otros contenidos, incluso los mitos o conceptos religiosos, en los que se coloca a estos ejemplares como especies peligrosas y agresivas.
Ejemplares
El Herpetario Draconis se ubica al interior del Parque Ecológico Zacango, ubicado en Calimaya, y tiene además de un enfoque de conservación y bienestar animal, un toque artístico y cultural, enfocado a la correcta divulgación de la información sobre la herpetofauna nacional e internacional, a través de la exhibición de reptiles, obras artísticas y pláticas educativas.
“Durante el recorrido que hace la gente pueden llegar a conocer 39 especies de reptiles y, de esas, 20 tienen distribución nacional, es decir, que podemos encontrarlas en México. Para nosotros es muy importante que la gente conozca las especies que habitan en México y el resto que son ejemplares exóticos”, señala Lovera.
También se podrán conocer algunas especies de serpientes venenosas, no venenosas, iguanas, camaleones, tortugas acuáticas, terrestres, varanos y un caimán enano.
“El ejemplar más grande que tenemos en el herpetario es un pitón burmes albino, que mide aproximadamente 4.20 metros, mientras que el ejemplar venenoso más grande que se tiene es una cascabel tropical, que mide alrededor de 1.92 metros”.
En cuanto a los ejemplares más llamativos destaca la víbora cornuda de desierto africano, que alcanza los 40 centímetros, así como la víbora de Gabón, que es uno de los ejemplares que se caracteriza por el tamaño de sus colmillos, pues existen registros a nivel mundial de que llegan a medir hasta cinco centímetros.
“La verdad es que son especies muy bonitas, que si los vemos desde el punto de vista adecuado son increíbles porque hay ejemplares superchiquitos, de 30 o 40 centímetros, y tienen la capacidad de defenderse de ejemplares tan grandes como nosotros”.
Qué se entiende por exóticas
Ezequiel Lovera explicó que cuando se dice que son especies exóticas significa que son originarias de otros países, es decir, en este espacio también se cuenta con ejemplares provenientes de Sudamérica, Norteamérica, además de ejemplares africanos.
Pláticas y capacitaciones
Adicionalmente se brindan de manera gratuita pláticas educativas todos los fines de semana al exterior del herpetario, si el clima así lo permite. En estos ejercicios incluso se puede interactuar con algunas especies no venenosas, como iguanas, cincuates, pitones e incluso una boa constrictora.
“Las boas son la serpiente nacional más grande que podemos encontrar en el país, hay registros de ejemplares de 3 o 3.5 metros, actualmente llegan a medir en promedio 2 a 2.5 metros, es una de las especies que más podemos llegar a encontrar en territorio nacional en zonas tropicales”.
Como parte de esta labor, también ofrecen pláticas educativas y asesorías tanto en instituciones educativas como en empresas.
Por ejemplo, se ha trabajado constantemente en el corredor industrial de Lerma, en donde se ha capacitado al personal, especificando qué especies pueden encontrase en esa zona, así como el manejo que deben tener.
“Durante estas capacitaciones hacemos mucho hincapié en que no todas las serpientes son venenosas, porque normalmente se cree eso. Únicamente en el territorio nacional de 20 a 25 por ciento de las especies que habitan son venenosas, el resto no son peligrosas para las personas”.
Importancia de estas especies
Una de las directrices más importantes es que los ejemplares con los que se cuenta sirven para realizar investigaciones a nivel licenciatura, maestría y doctorado; esto, en conjunto con las pláticas y capacitaciones que se ofrecen, permiten difundir el valor ecológico que tienen estas especies.
“Es importante saber que si erradicamos a las serpientes hay un peso ecológico detrás, porque ellas son controladores de plagas, entonces, si faltan, las plagas podrían aumentar”, indicó el director del lugar.
También se ha estudiado la importancia que tienen estas especies como dispersadoras de semillas, ya que muchas de estas especies se alimentan de roedores y esos roedores -a su vez- se alimentan de semillas, entonces al momento de comerse a un roedor que tiene semillas en su interior, y de defecar, dispersan estas semillas.
Los resultados
Precisó que, derivado del trabajo que se realiza a diario en este espacio, se presentarán cuatro trabajos en el marco del Congreso de la Sociedad Herpetológica, el cual se realizará en enero en Ensenada, Baja California.
“Vamos a presentar cuatro trabajos de lo que realizamos, tres son de bienestar animal y entrenamiento y uno es de educación ambiental, porque estamos evaluando nuestras prácticas educativas; queremos saber qué impacto tiene directamente con los visitantes”.
Valle de Toluca
En el caso del Valle de Toluca, explicó por último Ezequiel Lovera, una de las especies con mayor presencia es la Cascabel, que llega a pesar en promedio 250 gramos un ejemplar adulto y que se puede hallar en terrenos agrícolas o parajes, según confirmaron científicos recientemente; sin embargo, pidió a la población concientizarse sobre el hallazgo de alguno de estos ejemplares y no provocar algún incidente.
MMCF