Con una superficie aproximada de 20 mil 905 kilómetros cuadrados, Hidalgo enfrenta problemas de contaminación del aire, agua y suelo en la parte sureste del estado, lo que afecta más a 12 municipios del Valle del Mezquital.
Para el presidente de la Sociedad Ecologista Hidalguense (Sehi), Marco Antonio Moreno Gaytán, hay una devastación en la región de Tula. Señala que la refinería Miguel Hidalgo de Petróleos Mexicanos (Pemex), la Central Termoeléctrica Francisco Pérez Ríos y las cementeras Cruz Azul, Cemex y Fortaleza además de contaminar la zona con las emisiones de gases a la atmosfera no cumplen con las normas oficiales mexicanas del medio ambiente.
La representante de la Alianza Hidalguense Ambiental, Eunice Álvarez Tovar, asegura que el aire en esa parte del estado se está viendo severamente afectado.
Contaminación del aire
De acuerdo con el profesor investigador del cuerpo académico de planeación y análisis territorial de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Sócrates López Pérez, la refinería genera 269 mil 908 toneladas de dióxido de carbono, la Central Termoeléctrica 148 mil 792 toneladas y las cementeras 452 mil 418 toneladas de dióxido de carbono anualmente.
“Esto lo que más afecta directamente es la salud, si respiramos mucho dióxido de carbono afecta la composición de la sangre, si tenemos altos contenidos de dióxido de carbono en la sangre también nos afecta las funciones de todo el organismo y esto es mortal, con eso a la larga uno se muere”, sostiene.
Menciona que la refinería, la Central Termoeléctrica y las cementeras generan óxido nitroso el cual afecta las células del cuerpo humano, las deteriora y genera cáncer.
“El problema de Tula es un monstruo, sabemos que es David contra Goliat, nos encantaría poder hacer algo al respecto pero sabemos que hay muchos intereses de por medio que no van a permitir que avancemos”, reflexiona Eunice Álvarez.
Las aguas residuales de la CdMx
Marco Antonio Moreno asegura que el más grave problema ambiental que tiene Hidalgo se llama Ciudad de México pues las aguas residuales de la capital del país desembocan en la región de Tula.
Las aguas residuales llegan a la entidad por Atotonilco de Tula, desembocan en las presas Endhó, Requena, Vicente Aguirre y Rojo Gómez, para continuar por los ríos Tula y Moctezuma.
Tan solo la presa Endhó almacena hasta 182 millones de metros cúbicos de agua. Además de la Ciudad de México las aguas residuales también provienen del Estado de México.
Estas aguas contienen hidrocarburos como gasolina, aceite, diesel, químicos altamente contaminantes como cianuro, plomo, iridio además contaminantes como plaguicidas y herbicidas.
A diario ingresan a Hidalgo cuatro millones 890 mil 240 litros de aguas residuales de la Ciudad de México y el Estado de México. Con ellas se riegan 62 mil 200 hectáreas de cultivo de 46 mil 511 productores del Valle del Mezquital de los municipios de Actopan, San Salvador, El Arenal, Ixmiquilpan, Santiago de Anaya, Progreso de Obregón, Chilcuautla, Mixquiahuala, Francisco I. Madero, Tezontepec de Aldama, Tula, Tepetitlán, Tlaxcoapan, Atitalaquia, Tezontepec de Aldama, Tlahuelilpan, El Cardonal, Alfajayucan, Tasquillo, Ajacuba y Tetepango, quienes siembran maíz, alfalfa, avena, cebada, brócoli, cilantro, haba, trigo, chile, coliflor, frijol y jitomate.
“Aquí los suelos están altamente contaminados con todos los componentes de las aguas residuales los cuales generan metano a la atmósfera, ya no se puede sembrar en muchas zonas, tenemos altamente contaminados los mantos freáticos”, precisa Sócrates López.
Sin embargo, aclara que aunque hay una afectación del aire, el agua y el suelo en la región de Tula no hay evidencia científica de que las enfermedades que hay en la zona obedecen directamente a la contaminación.
Agenda Ambiental para la Región de Tula
El secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo, Benjamín Rico Moreno, señala que la contaminación generada por la refinería Miguel Hidalgo, la Central Termoeléctrica y las cementeras afecta a los municipios de Tula, Tepeji del Río, Tepetitlán, Atotonilco de Tula, Atitalaquia, Tlaxcoapan, Tetepango, Tlahuelilpan, Tezontepec de Aldama, Mixquiahuala, Progreso de Obregón y Chilcuautla.
“Tenemos ahí una deuda histórica en materia de contaminación y que nada se ha hecho en lo absoluto”, dice.
Reconoce que nada puede hacer contra la refinería, la Central Termoeléctrica ni las cementeras pues son reguladas el gobierno federal, y que el 99 por ciento de la contaminación atmosférica que se genera en esa zona del estado es causada por las unidades económicas de competencia federal.
Para atender la contaminación en la región de Tula la dependencia a su cargo creó la Agenda Ambiental del Estado de Hidalgo, la cual diagnóstica la situación de la zona, genera una serie de propuestas y acciones además de atender el marco jurídico y plantea para ello un recurso por 21 mil 730 millones 290 mil pesos para su atención.
Rico Moreno explica que la Agenda Ambiental atiende los temas del aire, agua, suelo, biodiversidad de la región así como el marco legal y a través de ella se establece ruta que se tiene que seguir para iniciar la restauración en esa zona y quiénes tienen qué participar, los tres órdenes de gobierno.
“Esta propuesta aterriza en un proyecto de ley que es la Declaratoria para el establecimiento de la Zona de Restauración Ecológica para esta región del estado”, precisa.
De acuerdo con el funcionario estatal la Agenda la tiene ya el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Manuel Toledo Manzur, quien deberá de promoverla ante Ejecutivo federal para que se haga la Declaratoria y con ello comiencen a autorizarse los recursos para las acciones de atención de la contaminación en la región de Tula.
Restauración ecológica
La presidenta de la Comisión del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático del Congreso del estado, María Luisa Pérez Perusquía, menciona que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) del gobierno federal anunció en julio del 2019 que realizaría la declaratoria de restauración ecológica de la zona de Tula sin que lo haya hecho hasta el momento.
Subraya la necesidad de que se emita la declaratoria por parte del gobierno federal y con ello se destinen los recursos que plantea la Agenda Ambiental para aquella región del estado.
“Nosotros en el Congreso vamos a estar al pendiente de la declaratoria para que se puedan implementar las acciones para empezar a mitigar o a remediar donde se pueda, esto es a largo plazo”, dice.
En tanto el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo, la representante de la Alianza Hidalguense Ambiental y la diputada local coinciden en que es fundamental la participación de la ciudadanía y su involucramiento en la atención de la contaminación de la zona de Tula.
“Sí hay esperanza que podamos echar a andar acciones más eficaces que empiecen por lo menos no a detener la contaminación pero sí por lo menos a mitigarla”, dice Sócrates López.
De decretarse la Zona de Restauración Ecológica en la región de Tula, Benjamín Rico asegura que se tendrá un legado ambiental para esa parte del estado.