El dolor y el luto que se vivió desde el pasado viernes debido a la explosión de una toma clandestina en el municipio de Tlahuelilpan –afirmó el subcoordinador operativo de la Delegación Pachuca de la Cruz Roja, René Lucio Canales- se mantiene y no se dejará de experimentar en un corto plazo, pues a pesar de haber hecho todo lo humanamente posible para atender a los heridos y realizar el trabajo coordinado con los tres niveles de gobierno para salvaguardar las vidas de todos los presentes, la cantidad de muertos y heridos como resultado de este hecho deja un vacío y una marca que no borra fácilmente.
Veintiún unidades de traslado de la Cruz Roja de Hidalgo, cinco unidades más especializadas de terapia intensiva, un camión de rescate y 79 elementos de Cruz Roja estatal fueron coordinados por Lucio Canales, un trabajo en el que la coordinación fue vital para atender a todos los heridos y mantener el principio rector de la instancia de salud: salvaguardar la vida e integridad de los habitantes; sin embargo el suceso rebasó las expectativas de todos los involucrados, el fallecimiento de decenas de personas en la comunidad de San Primitivo generó un luto en todo el territorio estatal.
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“La coordinación que se manejó y la respuesta fue rápida, pero la angustia de la gente es lógica; ver el sufrimiento los orilló para ayudar como pudieron a llevar a los heridos en carros particulares a los hospitales, la respuesta fue rápida de todos los involucrados; en sí la respuesta de la gente que vio cómo comenzó a llegar el apoyo fue buena, llegó el apoyo y la principal preocupación de todos era el traslado de los heridos. No hubo insultos a la autoridad, todos nos apoyamos, no hubo agresiones, a la gente le preocupaba que lleváramos a sus familiares al hospital. Bajo este enfoque creo que todos los hidalguenses estamos de luto y hay un dolor por estos actos que cobran la vida”, manifestó.
La coordinación y pronta respuesta de las autoridades estatales y federales como Protección Civil (PC), Ejército Mexicano, Marina Nacional, Policía Federal y Estatal –reiteró- fue buena, pues permitió a las unidades de traslado llegar al lugar sin tener riesgo alguno para llevar a cabo sus trabajos, pues el orden que habían logrado las instancias de seguridad permitieron el trabajo fuera de “una zona caliente o de riesgo” para garantizar el traslado de todos los heridos que requerían de atención inmediata.
A pesar de no haber estado en el lugar de los hechos, pues su labor fue mantener la coordinación y operatividad de sus compañeros, así como tener la información de los traslados y unidades médicas de atención para los heridos –reconoció René Lucio- percibió el dolor, la desesperación de las familias y el luto que se ha mantenido en el estado desde hace ya una semana.
“A veces esa ayuda y esos principios de salvaguardar la vida e integridad de las personas no son suficientes, pero hacemos lo posible ante cualquier emergencia”, manifestó.