En hogares en donde predominaron los modelos machistas y en los que no existían lazos de cercanía entre los integrantes de las familias, se presentaron casos de violencia en diferentes dimensiones durante la pandemia de la covid-19.
En el punto anterior coincidieron Carlos Ortiz Müggenburg, director del Centro de Estudios de Familia y Sociedad (Cefas) de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep); Cristina Pérez Grados, investigadora de la universidad poblana; y Patricio Videla, especialista egresado de la Universidad Católica Argentina, para quienes es necesario dejar atrás el modelo del patriarcado.
Para los investigadores, a pesar de que es urgente superar el modelo del patriarcado o del machismo, falta reflexionar sobre el camino a seguir para conseguir una vivencia sana e igualitaria de la masculinidad que aporte al florecimiento humano en cada familia y cada sociedad.
Carlos Ortiz Müggenburg, director del Centro de Estudios de Familia y Sociedad (Cefas) de la Upaep, resaltó la importancia de que exista un encuentro y no de división entre varón y mujer en las familias poblanas en medio de la contingencia sanitaria y sus efectos.
“Estamos proponiendo un sentido de comunidad en el que varón y mujer reconocen sus fortalezas y oportunidades desde un sentido de familiaridad”, resaltó el investigador.
Cristina Pérez Grados, integrante del Cefas UPAEP, destacó el confinamiento que se presentó ante la pandemia de la covid-19 dio la oportunidad de reflexionar y entender que se puede trabajar y estar al pendiente de la familia al mismo tiempo.
En su oportunidad, Patricio Videla, director general de Integralis y especialista en filosofía por la Universidad Católica Argentina, destacó que en la sociedad actual enfrenta el reto de construir una paternidad sana.
“Debemos preguntarnos de qué manera se pueden construir una paternidad sana que impacte positivamente. Se debe conseguir ser la figura de mayor impacto de nuestros hijos a través de la relevancia y la cercanía”, comentó.
Al abordar los efectos de la pandemia de la covid-19 y los estragos en las familias, el investigador explicó que en aquellos hogares donde había vínculos sanos, el confinamiento fue una oportunidad de acercamiento, un involucramiento de los varones en la vida del hogar y la crianza de los hijos.
Lamentó que, al mismo tiempo, en algunos hogares, se presentaron casos contrarios al involucramiento de los valores, ya que no existían vínculos de cercanía, ante lo cual, se registró un aumento de casos violencia, abuso y maltrato.
Por otra parte, Ortiz Müggenburg dio a conocer que la Upaep será sede del Encuentro de Centros de Cultura y las X Jornadas de la Familia, en donde el desafío se encuentra en el análisis de la vocación al amor y los desafíos en la vivencia de la masculinidad.
“Este encuentro que también incluye las X Jornadas de la Familia apunta a tres realidades completas de la masculinidad: no se comprende a la familia sin el varón; no se comprende al varón sin la familia; y no se comprende al varón sin la mujer y viceversa”, finalizó.
CHM