Moisés Escamilla Segura lleva su gorro y delantal de panadero y prepara la primera masa antes de las siete de la mañana para dejarla reposar y preparar a las 10 las primeras Roscas de Reyes que se exhibirán en los anaqueles de la reconocida panadería ubicada muy cerca de La Villita en Pachuca.
Un carrusel con cinco plataformas que conforman los gigantescos hornos de esta panadería, donde el frío no se siente, hornean suavemente cada pieza de este pan tradicional mexicano, una de las 2 mil quinientas variedades que existen en México y que le han dado el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a nuestro país.
“Llevo 40 años haciendo pan, el mismo tiempo de hacer Roscas de Reyes. A mí me gusta hacer la tradicional, no lleva ninguna esencia y todo es natural”, dice entusiasta el panadero, quien también confiesa que realizar la Rosca de Reyes le genera estrés “porque tenemos una responsabilidad enorme y tan solo ahorita vamos a elaborar 150 y ayer fueron solo 50, y obviamente crecerá la producción para el viernes, sábado y domingo”, expresó.
En la calle de Guerrero, esquina con avenida Juárez, Raimundo Vargas Delgado también está atento a la preparación de la masa con la que elaborarán este pan tradicional que, según la historiadora Roxana Rodríguez Bravo, “es de origen europeo y se nació en la fe católica”.
“La historia cuenta que de Persia salieron los tres Reyes Magos para ir a adorar al Niño Jesús y según la tradición en México son ellos los que traen regalos a los niños, como alguna vez lo hicieron con el niño Jesús al llevarle oro, incienso y mirra”, explicó.
Sin embargo, para Vargas Delgado, además de estos preciados dones que llevaron los Reyes Magos al Niño Jesús, también incluyeron el pan, por lo que considera importante el simbolismo que lleva consigo esta tradición que llegó a México de mano de los españoles tras la conquista.
A pesar de que han pasado siglos de esta tradición, actualmente sigue viva y da al país una derrama económica de 600 millones de pesos anuales al sector, así como empleo a 6 millones de personas que trabajan directamente en éste en todo el mundo.
- Te recomendamos "Me gustaría mejor recibir juguetes que pedir dinero" Comunidad
Para Vargas Delgado el consumo de la Rosca de Reyes se sigue manteniendo, y según datos de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora, cada año aumenta 15 por ciento el consumo del pan.
“Las novedades son bienvenidas, pero muchas veces se separan de los orígenes auténticos de las cosas, como sucede con los pastes y otras cosas más”, explicó
Pero para Moisés, el consumo disminuye porque, al elevarse los precios de las materias primas para la realización de este pan, y ante la situación económica del país, ha disminuido la compra de este pan.
“De 40 años para acá ha disminuido el consumo de la Rosca de Reyes porque ha variado el precio de las materias primas y va en aumento (…) si no tenemos dinero para comprar, pues qué se le puede hacer, pero esperamos que disfruten las que vendemos aquí”, dice sonriente Escamilla Segura antes de continuar preparando el pan.
Es así como los anaqueles de las más de 8 mil panaderías, reposterías, pastelerías y expendios de pan que hay en todo el país se van llenando de con las preciadas Roscas de Reyes que, por cada rebanada de 80 gramos, dan 272 calorías de alegría a familias mexicanas en estos días.
Según datos de la empresa de medición Nielsen, 77 por ciento de las roscas se venden entre el 4 y el 7 de enero, y seis de cada siete son adquiridas de tamaño grande.