Con voluntad y vocación, personal médico y de enfermería han mantenido de pie el Hospital Civil de Ciudad Madero pese a las carencias que cada día se hacen más evidentes a los largo de 90 años que lleva en operación.
Precisamente un 15 de septiembre hace nueve décadas, se inauguró el nosocomio “Heriberto Espinosa Rosales” que en su momento fue lo más novedoso y con instalaciones que eran de presumirse, pero ahora, el tiempo le ha cobrado factura y ante la falta de mantenimiento desde hace muchos años ya se encuentra al límite.
Es el personal que labora en este hospital, quienes han tenido que hacer todo con nada, doblan turnos para combatir la falta de personal, han pagado de su bolsa los insumos que se requieren, incluyendo sus medidas de protección ahora con el covid cuando se retrasa la llegada de materiales, entre otras cuestiones para no dejar de atender a la población.
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Pero no solo eso, hay intendentes que al ver la necesidad de personal, se metieron a estudiar la universidad sin dejar de laborar en la limpieza y una vez graduados, lograron colocarse dentro de la plantilla de enfermeras, así como otras áreas de fundamental importancia.
En los últimos problemas por la falla en el servicio eléctrico que se presentó este mismo año, hasta con veladoras alumbraron el área de emergencias y se mantuvieron siempre firmes en la atención a los pacientes.
Al respecto, el actual director del Hospital Civil de Ciudad Madero, Francisco Castañeda Cruz, reconoció las carencias que hay en infraestructura, pero refirió que se sigue trabajando con ayuda del personal aún y en el peor de los conflictos que se suscitan.
“Hay carencias pero estamos funcionando bien, ahí vamos, poco a poco, básicamente es la actitud de todo el personal que labora en este hospital, se hace un esfuerzo extra, la gente actúa con el corazón aquí para poder salir adelante ante la falta de apoyo del Gobierno Federal”.
Dijo que son 90 años, obviamente por el paso del tiempo tiene daños en la infraestructura y por ende ya no es aquel nosocomio que fue hace muchos años, después de todo, se han visto también rebasados por la llegada de personas de Altamira, San Luis Potosí y Tampico.
“Estamos atravesando una etapa crítica donde la estructura del hospital ya dio de si, hay problemas en las instalaciones, saturación de pacientes, falta de personal, no contamos con oftalmología, otorrino, neurología, estudios como tomo tomografías, nos apoyamos en otros hospitales como el Carlos Canseco o el Torre Cantú”.
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Por su parte la doctora Marisela Aguilar Hernández, encargada de Relaciones Públicas, resaltó la importancia de este hospital para toda la zona sur de Tamaulipas, principalmente en atención a mujeres embarazadas, que es una de las principales atenciones.
Cabe hacer mención que en el 2020 el Hospital Civil de Madero obtuvo la Condecoración “Miguel Hidalgo” en reconocimiento al personal de esta unidad médica por su contribución a salvar vidas durante la pandemia del covid-19, que es algo que siempre será recordado.
Inservible el nuevo Hospital Civil
Todavía está pendiente desde hace más de siete años la terminación del nuevo Hospital Civil de Ciudad Madero cuyo acceso se ubica sobre la avenida Tamaulipas en la entrada del fraccionamiento Miramapolis.
De acuerdo a la doctora Gloria de Jesús Molina Gamboa, secretaria de Salud en Tamaulipas, no se tiene una fecha estima que esta obra en donde se han invertido más de 420 millones de pesos, luego de que en las últimas revisiones pudieron constatar que el material que se utilizó en la construcción es de mala calidad y esto pone en riesgo de colapso.
Se tiene que reparar por parte de la empresa encargada de la obra, se dijo hace poco por parte de la secretaria de Obras públicas en Tamaulipas, Cecilia del Alto.
El Hospital Civil de Madero, uno de los más antiguos en la zona sur de Tamaulipas, ha pasado por innumerables circunstancias a lo largo de nueve décadas de funcionamiento, incluyendo el SARS-CoV-2.
Diseño del nosocomio
La infraestructura de construcción contaba con un estilo muy peculiar de diseño inglés donde el techo era de lámina en dos aguas, mientras que las paredes se edificaron de finas tablas de madera de pino gruesa. También hubo áreas que se construyeron de cemento y ladrillo. Las ventanas eran guillotinas y sus marcos con vistas. El piso era sencillo de cemento aplanado.
En la primera etapa se construyeron solo dos pabellones únicamente, uno para hombres y otro para mujeres con 10 camas cada uno, también se instalaron 5 camas para el área de infectocontagiosos, recordemos que en esa época se desataron epidemias contagiosas. Solo se instaló un para la consulta externa y una pequeña oficina administrativa con personal para su atención que no estaba dentro de la construcción sino a un extremo del lugar.
Directores y subdirectores
Primer Director Dr. Leonardo Garza Pecina 1 nov. 1937. Subdirector Miguel Asomoza Arronte
Dr. Luis González Campos (1944-1957)
Dr. Jorge Flores Mellado 1958
Dr. Federico Verdín Sánchez 1962
Sub director Oscar Chávez Vidaurri.
Dr. Oscar Chávez Vidaurri 1969-1976.
Dr. Porfirio Gutiérrez Ávila 1976
Dr. David Aldana Vargas 1987.
Dr. Pedro Enrique Lozano Trujillo 1995.
Dr. Vicente Enrique Flores Rodríguez 1999.
Sub Director Carlos Villalobos Sánchez
Dr. Luis Núñez Vázquez 2005
Dr. José Luis Reyes Torres 2011
Sub director Dr. Arturo Castañón Carrizales
Dr. Gustavo Pérez Toga 2019
Dr. Francisco Castañeda 2020
SJHN